El 12 de junio de cada año tenemos la oportunidad de fomentar y coordinar las iniciativas de los gobiernos, las patronales y sindicatos, la sociedad civil, los medios de comunicación y muchos otros actores locales, como escuelas y ayuntamientos, en la lucha contra el trabajo infantil.En el mundo, más de 1.500 millones de personas viven en países afectados por conflictos, la violencia o la inestabilidad, según Unicef. En el caso de Argentina, de acuerdo al Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, hay más de un millón de niños, niñas y adolescentes de entre 5 y 17 años que trabajan.En nuestro país, que un niño o niña trabaje, de manera remunerada o no, constituye un delito, constituye una violación fundamental de los derechos humanos.Según la Unicef, "la inserción laboral temprana vulnera varios derechos, perpetúa el ciclo estructural de pobreza de los niños y sus familias y, fundamentalmente, tensiona el cumplimiento efectivo del derecho a una educación de calidad, ya que las trayectorias y el rendimiento educativo de los niños, niñas y adolescentes que trabajan se ven afectadas en mayor proporción que aquellos que no lo hacen".Además, la ONU alerta que cada año, alrededor de 200 millones de personas son víctimas de catástrofes naturales, un tercio de las cuales son niños. Una proporción importante de los 168 millones de niños víctimas del trabajo infantil viven en esas zonas. En general, estas situaciones extremas tienen un efecto devastador en la vida de las personas: mueren, resultan mutiladas y heridas, se ven obligadas a abandonar sus hogares, se destruyen sus medios de subsistencia, se les aboca a la pobreza y el hambre, y se violan sus derechos humanos. Los niños suelen ser las primeras víctimas, al destruir las escuelas y los servicios básicos. Los menores desplazados o refugiados en otros países son particularmente vulnerables a la trata y al trabajo infantil.Es necesario adoptar medidas urgentes para combatir el trabajo infantil en las zonas afectadas por los conflictos y los desastres. De hecho, la Meta 7 del Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº8 tiene por objeto "asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas". Fuente: ONU





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