Está científicamente comprobado que las manualidades ayudan a mejorar la actividad cerebral, de allí que están recomendadas para quienes atraviesan períodos de gran estrés. Natalia Detke es una de las personas que corroboró el saber científico, ya que comenzó a coser y dar forma a personajes de dibujos animados a modo de terapia. En diálogo con PRIMERA?EDICIÓN reconoció que se volcó a la manualidades “como terapia para superar mi estado de ansiedad y nervios. Soy en realidad profesora de inglés, pero tuve que dejar de dar clases cuando nació Mateo, mi segundo hijo. Él tiene un problema neurológico y me demanda prácticamente todo el tiempo, así que comencé a probar diferentes técnicas para usarlas como terapia”.Si bien Natalia nació y se crió en el taller de manualidades de su mamá, no imaginó que ella estaría dedicando sus horas libres a fabricar muñecos, esos que primero eran para su niño especial, para que aprenda por ejemplo a abrochar y desabrochar los botones de su ropa, o para subir y bajar un cierre. “Él tenía que ir aprendiendo a valerse por sí mismo, entonces creé muñecos con la forma de los dibujitos que a él le gustaban. Utilicé diferentes géneros para desarrollar la parte sensorial y hasta ahora me gusta combinar géneros. Por ejemplo, le hice un cactus suave pero las espinas estaban bordadas de lana pinchuda y así aceptó poder tocar diferentes texturas”. Al ver cómo funcionaban los muñecos de Mateo, las otras mamás comenzaron a pedirle y “así fui cosiendo otros modelos porque cuando lo llevo al taller tengo que esperar afuera y ese tiempo era interminable hasta que comencé a coser. Ahora llevo todo cortado y coso. Es una terapia muy buena porque me olvido de todo, solo me enfoco en mi trabajo y me encanta”, confiesa la joven mamá. Ahora sus muñecos hacen furor no solo entre las mamás del taller de Mateo sino también en todos los lugares, incluso en las ferias como la de Spacio Mujer donde la conoció este Diario. Natalia no solamente hace muñecos, también le gusta reciclar cajones de frutas a los que les agrega detalles “y son muy prácticos para el cuarto de los chicos porque podemos guardar juguetes, libros y todo lo que queremos. Si le damos un toque especial quedan muy lindos”. Los “kawaii”Entre los pedidos que recibe Natalia están los “kawaii”, que son muñequitos animados de cosas inanimadas como donas, jabones, galletitas y otros. Entre los chicos pre adolescentes, como su hijo mayor de 11 años Leandro, son los que miran esos dibujitos y ya utilizan el término para definir algo como “adorable”. Precisamente Kawaii es un adjetivo del idioma japonés que puede ser traducido al español como lindo, tierno o adorable.Así, lo que comenzó como terapia es hoy un emprendimiento muy “kawaii”, que a Natalia le encanta y la hace más creativa aún. ContactosSuaves muñecos y almohadones pueden verlos en la página de Facebook “Desde el corazón creaciones y más”. Pueden hacer pedidos al 154619322. Son hipoalergénicos rellenos con vellón siliconado, no se deforman. Fotos: M.Colman





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