GARUPÁ. El Centro Educativo Polimodal 6 del barrio Fátima de esta ciudad tuvo momentos de zozobras en los últimos años, sin embargo continúa siendo una de las principales escuelas secundarias de esta zona. Los docentes de esta escuela no descansan ni en las vacaciones, pues la semana pasada comenzaron las clases del programa de Tutorías, donde todos los alumnos de la institución como de otros establecimientos pueden asistir a clases para adquirir los conocimientos necesarios para afrontar las materias que adeudan. La directora del Cep 6, Irene Hernández, mantuvo una entrevista con PRIMERA EDICIÓN y allí reconoció que, a veces, resulta complicado que los chicos asistan a clases todos los días, ya que la deserción es bastante alta, por el contexto social. “Hay muchos niños que son abandonados por sus padres o que viven con uno solo, entonces no tienen la contención necesaria para seguir estudiando. Los tutores no le exigen y varios terminan deambulando por las calles de los barrios aledaños, sin hacer nada”, indicó la directora. Pero, la docente destacó el esfuerzo y las ganas que le ponen aquellos chicos que sí continúan en la escuela a pesar de las dificultades o los conflictos familiares. “Los jóvenes que estudian son excelentes en el futuro, porque cuentan con ambos conocimientos para defenderse en la vida. Por un lado, lo académico ya que concurren a la escuela, tratan de no llevarse materias, estudian en sus casas. Y por el otro, saben de la calle, bien entendido, son chicos despiertos, inteligentes”, afirmó Hernández. La directora contó que llegó a la institución hace unos ocho años y que siempre fue difícil la zona, se encontró con un contexto social totalmente diferente al que estaba acostumbrada, pero que “con el esfuerzo y el trabajo del plantel docente pudimos conformar una gran escuela, y eso que tuvimos nuestros inconvenientes, como por ejemplo cuando nos sacaron la mitad del edificio para crear un nuevo colegio, a pocas cuadras también inauguraron otra institución”, dijo. Hernández contó que el año pasado ascendió a más de 400 alumnos y que si bien en los últimos años el número se ha mantenido, “hubo años que debíamos buscar nosotros a los estudiantes, casa por casa”. NecesidadesEl Cep 6 no escapa de las reglas generales de las escuelas misioneros. La falta de agua es inadmisible, y este es uno de los problemas que tienen en el establecimiento. “Nosotros contamos con dos tanques de agua, pero el último año solamente uno abasteció a todo el colegio porque el otro se rompió. Entregamos varias notas al supervisor y también en el Consejo de Educación, pero nunca nos respondieron”, contó Hernández, quien además añadió que en varias ocasiones fueron entre los padres y docentes quienes recaudaron dinero para refaccionar la escuela: “es nuestra segunda casa, la queremos y cuidamos como se merece, por suerte contamos con el acompañamiento de algunos padres, quienes cada vez que los requerimos se acercan a colaborar”. “Esta es la primera escuela secundaria de Garupá y nunca fuimos favorecidos, por ejemplo cuando entregaron las netbooks, tuvo que hablar con altos funcionarios porque no querían darnos”, dijo la directora, quien además señaló que “salimos adelante a pesar de las dificultades, en los últimos años hemos abierto el Centro de Actividad Juvenil, donde los chicos toman clases de danzas, computación y otras actividades”, concluyó.





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