Alrededor de la 16 de ayer domingo una tormenta fugaz descendió en la ciudad de Posadas, signada principalmente por fuertes vientos: según la OPAD, las ráfagas llegaron a los 89 kilómetros por hora. Como consecuencia, hubo voladuras de techos, cartelería y cables, además de caída de grandes árboles en distintos puntos de la capital provincial.
El subsecretario de Protección Civil, Enrique “Kike” Parra, confirmó que el fenómeno no fue técnicamente un desastre, aunque generó un importante movimiento por la caída de árboles y daños en estructuras no habitacionales. “Ayer alrededor de las 16 vino un viento muy fuerte del sur. En Itaembé Guazú hubo un poquito de granizo, pero no afectó a nada. Después vino un viento muy fuerte y el impacto fue básicamente en la zona centro”, relató Parra en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
El funcionario señaló que hubo “muchos carteles caídos, voladuras de techos de tinglados y cosas así”, pero con una afectación menor en viviendas. El principal inconveniente fue la gran cantidad de árboles derribados, que generaron cortes de tránsito temporales en distintos puntos de la ciudad. Uno de los casos más llamativos fue la caída de un eucalipto en la zona del acceso oeste (sobre avenida San Martín y calle Francia), que cortó la avenida “en las dos manos”, según explicó.
Las áreas más perjudicadas por las ráfagas fueron principalmente del microcentro y barrios cercanos aledaños como Villa Urquiza. Además, se reportaron daños en barrios Rocamora, Latinoamérica, Villa Lanús, Chacra 96 y El Porvenir.
Parra sostuvo que, dentro de lo posible, hubo “suerte de que el viento haya golpeado en zonas con casas más resistentes”, lo que evitó una mayor cantidad de damnificados. “A veces con un viento más chico, si afecta barrios periféricos, las familias afectadas son muchas más”, explicó.

Siete familias asistidas
Parra detalló que solo siete familias necesitaron asistencia por voladuras de techos. “Para el viento que hubo, de ráfagas de 80 a 85 km/h, siete familias… obviamente que para cada una es un mundo, pero en el trabajo que hacemos no es una gran cantidad”, sostuvo.
El subsecretario aclaró que, al volarse un techo, aun sin lluvias intensas, “se mojan las pertenencias”, por lo que el daño material se vuelve inevitable. Las tareas de asistencia continuaron durante la noche y siguieron este jueves por la mañana.
En ese marco, Parra mencionó que no se descarta que “alguna otra familia que no se reportó ayer” se sume a lo largo del día.
Línea de emergencias y recomendaciones
Parra recordó que, ante cualquier eventualidad durante tormentas, la ciudadanía debe comunicarse al 103, la línea de emergencias meteorológicas. “Es como el 911 pero para Defensa Civil. Es gratuita y funciona las 24 horas”, remarcó. Pidió evitar llamar directamente a celulares del personal, porque “no es lo más práctico y la derivación no es tan rápida como la del 103”.
- Evitar actividades al aire libre ante alerta amarilla o naranja.
- No salir a la calle hasta que pase la tormenta.
- Postergar viajes o compras.
- En el hogar, desenchufar artefactos eléctricos.
- Limpiar canaletas para evitar rebalses e ingresos de agua.
“No podemos evitar la tormenta, pero sí achicar riesgos si tenemos conductas responsables”, subrayó Parra.




