En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la subsecretaria de Relaciones con la Comunidad y Violencia, Sandra Galeano, sostuvo que Misiones atraviesa un escenario complejo: las mujeres y las niñas siguen siendo las más propensas a sufrir violencia y la provincia ya registra más de 25.000 denuncias por violencia de género. Sin embargo, remarcó que ese aumento de casos reportados debe leerse como un dato positivo, porque significa que “más personas se animan a hablar, a denunciar y a pedir ayuda”.
En diálogo con laFM 89.3 Santa María de las Misiones, Galeano recordó que se trata de “una lucha internacional, mundial” y que este 25 de noviembre es una fecha para conmemorar, reflexionar y autoanalizarnos, no solo las mujeres sino también los hombres, “que en muchos casos han acompañado procesos y transformaciones”.
Desde el Servicio Penitenciario Provincial, donde encabeza una capacitación, la funcionaria describió que la violencia hacia las mujeres sigue siendo una “constante reivindicación de derechos” y que, en la práctica, “todavía tenemos vigentes estereotipos, mandatos sociales y cuestiones culturales que sostienen estas violencias”.
“Está tan naturalizada, tan incorporada a lo cotidiano, que pareciera que sin violencia no podemos vivir”, graficó.
Galeano subrayó que en Misiones existen políticas activas y dispositivos específicos para el abordaje: la línea 137, la Subsecretaría de Relaciones con la Comunidad y Violencia -que “fundamentalmente asiste a víctimas de violencia, en su mayoría mujeres- y una pensión para niños y niñas víctimas de delitos contra la integridad sexual, donde también predominan las niñas. “Históricamente hemos sido y seguimos siendo, en gran medida, víctimas de esta problemática”, resumió.
La funcionaria citó un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que indica que una de cada tres mujeres sufrió violencia y que solo el 23% puede visibilizar sola lo que le está ocurriendo.
“Más del 70% de las mujeres que sufren violencia no puede identificarla y necesita del entorno”, explicó, insistiendo en que cualquier persona puede denunciar: familiares, vecinos, comerciantes o testigos.
En esa línea, afirmó que el silencio es uno de los mayores riesgos. “No hablar, callarse, es un factor negativo y va en contra de la vida de la víctima. Muchos casos terminan en femicidios”, advirtió. Por eso insistió en que las violencias hacia las mujeres son “un problema de todos y una responsabilidad de todos”: denunciar, alojar a la víctima, acompañarla y ayudarla a salir del círculo violento.
La subsecretaria también se refirió al contexto regional e internacional. Recordó que Argentina adhirió a tratados internacionales y, por lo tanto, “tenemos responsabilidades como Estado. Podemos ser sancionados si no cumplimos estos estándares de derechos humanos”, dijo.
En ese sentido, mencionó que la Constitución Nacional, en su artículo 75 inciso 22, otorga jerarquía constitucional a los tratados de derechos humanos, y que hoy la violencia hacia las mujeres está conceptualizada justamente como una vulneración de derechos humanos. A la vez, señaló que la OPS y la ONU instan a los Estados de América Latina a fortalecer las políticas de prevención y abordaje.
Consultada por la aparente paradoja de que mientras más se habla del tema más denuncias aparecen, Galeano explicó que el incremento de casos reportados refleja un mayor grado de información y acceso a los resortes públicos. “Las personas saben dónde golpear puertas, dónde hacer la denuncia, dónde pedir una asistencia psicológica o asesoramiento”, dijo.
Por eso, frente a las más de 25.000 denuncias, el enfoque de su área es ver el dato como una oportunidad: “Si esas personas no hablaban ni denunciaban, ¿en qué situación estaríamos? Seguirían sufriendo, atadas al círculo de la violencia”, planteó.
Galeano remarcó que el trabajo no se limita a las víctimas: los juzgados hoy también solicitan a la Subsecretaría acompañamiento para el agresor o la agresora.
“La violencia es una conducta aprendida, y por lo tanto se puede desaprender si la persona lo quiere y lo visualiza”, explicó. Aun así, reconoció que “cuesta que la persona primero asimile y luego se reconozca como sujeto de derechos”.
En cuanto a la respuesta judicial, aseguró que en Misiones existe un andamiaje específico:
Dos juzgados de violencia,
Fiscalías, incluida una fiscalía de ciberdelitos,
El sistema de emergencias 911 en Posadas y otras localidades,
Comisarías de la Mujer distribuidas en la provincia.
“Recibimos diariamente los oficios que los jueces arbitran. Cuando llega la denuncia, en menos de 48 horas se están dictando medidas cautelares: botón antipánico, prohibición de acercamiento, exclusión del hogar”, detalló. Los casos llegan a la Subsecretaría clasificados por color: rojo para los más graves, verde y celeste para los demás. “Lo que es rojo, ese mismo día lo llamamos: ‘¿Ya te dieron el botón? ¿Necesitás psicóloga? Te esperamos en tal lugar’”, ejemplificó.
Además, mencionó que en algunos casos se utilizan tobilleras electrónicas y otras herramientas, dependiendo del tipo de delito y del avance del proceso judicial.
Galeano destacó también el trabajo articulado con las fuerzas de seguridad y la Justicia. Contó que el 2 de diciembre se realizará el cierre de una capacitación anual para la Policía en materia de violencia y perspectiva de género en el accionar policial, y que la Justicia “siempre acompaña” en estas iniciativas.
La funcionaria reconoció que se trata de una problemática “tan compleja que siempre deja sabor a poco”, porque cada caso es particular, y muchas veces entran en juego factores como la dependencia económica y las condiciones de vivienda. “Trabajamos con mujeres que te dicen: ‘Volví con él porque es el dueño de la casa, el que me da el techo, el que me garantiza la leche para mis hijos’. Ahí también hay que trabajar el empoderamiento y las condiciones materiales para poder cortar el vínculo violento”, señaló.
Galeano recordó que todas las personas -mujeres, hombres, niños y niñas- tienen derecho a vivir una vida libre de violencia, y advirtió que la violencia hacia las infancias también es “un flagelo social” que preocupa y exige intervenciones específicas.
Con respecto a las actividades por la fecha, contó que durante este martes están trabajando en el Servicio Penitenciario con referentes de las áreas sociales de las distintas unidades; que hay otro equipo en Cámara brindando una charla sobre violencia; y que por la tarde están previstas acciones comunitarias en Garupá, en el barrio Los Paraísos, con el objetivo de conmemorar el día, fortalecer redes y reforzar el compromiso frente a todo lo que aún falta.
Finalmente, Galeano remarcó: “Es importante pedir ayuda a tiempo, antes de que la violencia se lleve una vida”.




