El dólar oficial registró este martes 28 de octubre una fuerte suba de $40, al cotizar a $1.500 en la pizarra del Banco Nación. En el segmento mayorista, la divisa avanzó a $1.459, mientras que en el mercado paralelo el dólar blue se negoció con una suba de diez pesos, a $1.475.
En cuanto a los dólares financieros, el contado con liquidación (CCL) se ubicó en $1.487 con una variación de 1,9%, y el MEP ascendió a $1.473, con una mejora del 2,3%.
El resultado favorable al oficialismo en las elecciones legislativas modificó el panorama político y económico, y devolvió al dólar su papel de principal termómetro financiero. Durante las semanas previas a los comicios, la incertidumbre electoral había impulsado una fuerte demanda de cobertura y dolarización preventiva. Con el nuevo escenario, los inversores comienzan a ajustar expectativas hacia una etapa menos defensiva, con atención en la política cambiaria que aplicará el Gobierno.
Expectativas del mercado tras los comicios
Los analistas consideran que el desafío principal no pasa solo por el valor del tipo de cambio, sino por la administración de los flujos y los instrumentos oficiales para evitar un retorno de la volatilidad. La dinámica de las tasas, el acceso del Tesoro a dólares para cumplir con vencimientos y el desarme de posiciones de cobertura aparecen como factores clave.
Desde la consultora Mega QM explicaron que alcanzar un nuevo equilibrio cambiario dependerá de cuatro variables: la necesidad del Tesoro de obtener divisas, la evolución de los precios internacionales de los commodities, el ingreso de inversiones y el nivel de atesoramiento que el mercado esté dispuesto a sostener.
Según el análisis, la prioridad será evitar que la volatilidad vuelva a dominar el mercado cambiario, y consolidar una etapa de mayor previsibilidad y confianza tras las elecciones.
La cobertura cambiaria como posible “viento de cola”
La consultora PPI destacó que la incertidumbre electoral llevó al sector público a ofrecer instrumentos de cobertura en niveles excepcionales, estimados en unos 15.000 millones de dólares. Gran parte de esa cobertura se canalizó mediante contratos de futuros intervenidos por el Banco Central.
Con el resultado electoral ya definido, ese posicionamiento podría revertirse y favorecer una apreciación del peso, al disminuir la demanda de cobertura. De concretarse, el Banco Central podría aprovechar el contexto para desarmar posiciones vendidas y recomponer reservas mediante compras en el mercado oficial, sin generar tensiones.
PPI advirtió que el único factor que podría limitar una apreciación mayor es la eventual decisión del Tesoro de intervenir como comprador de dólares, lo que pondría un piso a la cotización.
Riesgo país y deuda en pesos: los próximos desafíos
Mega QM subrayó que el equilibrio cambiario no será sostenible si no se ordena el programa financiero del Tesoro. Los vencimientos en pesos se presentan más exigentes que los de moneda extranjera, y podrían generar presiones si no se logran extender plazos o consolidar superávits fiscales.
También señaló que las tasas reales altas exigen un crecimiento económico sólido para evitar riesgos de insostenibilidad. En este contexto, la reducción del riesgo país aparece como un objetivo central para recuperar el acceso al financiamiento internacional.
Según el informe, la estabilidad del dólar dependerá de la capacidad de moderar la volatilidad de los activos. Un mercado más estable permitiría fortalecer la demanda de pesos y reducir la presión dolarizadora.
Posible apreciación del peso y señales a seguir
Para PPI, el tipo de cambio podría moverse por debajo del techo de la banda cambiaria si se mantiene la mejora en las expectativas. La reducción de la demanda precautoria permitiría una recuperación técnica del peso, aunque sin cambios abruptos en la política cambiaria.
Tanto PPI como Mega QM coinciden en que el mercado estará atento a las señales económicas y políticas de las próximas semanas. Una gestión ordenada del proceso poscomicios podría impulsar inversiones y sostener la calma cambiaria.








