El gobernador Hugo Passalacqua pidió abiertamente a los misioneros que acompañen con su voto a Oscar Herrera Ahuad, candidato a diputado nacional por el Frente Renovador de la Concordia, en las elecciones del domingo 26 de octubre. “Realmente lo hago con convicción”, subrayó, al explicar por qué la provincia necesita representantes con espalda política en la Cámara baja: “El federalismo necesita, las provincias necesitan alguien con patancha… que vaya a llevar nuestra voz”.
Passalacqua trazó un cuadro de situación en el que, según dijo, el Estado nacional “se ausentó” de obligaciones básicas y programas que impactan en la vida cotidiana. En ese contexto, valoró el orden fiscal de Misiones –“No tenemos déficit. Somos serios, cautelosos, prudentes con el manejo de los dineros públicos”– y reclamó una mayor presencia federal para financiar infraestructura estratégica: “Si está cayendo la infraestructura, no te la va a hacer el mercado… Cada kilómetro de asfalto cuesta un millón de dólares”.
Por eso, agregó, la Provincia no “limosnea”: “A ver, nosotros no estamos limosneando. No somos mendicantes. Pedimos lo que le corresponde a la gente”.
El Gobernador insistió en que la voz misionera debe escucharse con peso propio en Buenos Aires. Allí ubicó el rol de Herrera Ahuad, a quien describió como un dirigente con credenciales de gestión y empatía social: “Oscar Herrera es un tipo hiper conocido, es una persona muy conocida, muy querida y fue gobernante y eso tiene un peso específico particular”.
Y abundó: “Es una persona extremadamente inteligente, lúcida, muy ágil mentalmente, muy ágil y muy trabajador y además tiene esa sensibilidad propia de los médicos, son especiales y más los pediatras”.
Para Passalacqua, la diferencia la hace la magnitud del respaldo: “A la gente le sirve que Oscar Herrera esté en Buenos Aires pero con una parva de votos, que gane finito no es lo mismo que ganar bien, que vaya empoderado”. Ese volumen, planteó, no es un detalle, sino la condición para que “lleven nuestras necesidades del millón y medio de misioneros… la familia misionera la lleva a Buenos Aires”.
Al hablar del clima nacional, sostuvo que el actual es “uno de los gobiernos más unitarios”, no por maldad sino por “una concepción… de refugiarse en Buenos Aires y no entender lo que pasa en el país”.
Por eso, pidió “ser aún más federales en la práctica” y reivindicó la agenda misionerista: “Que sea la gente la que te marca cuáles son las prioridades”.
En ese tablero, el 26 de octubre no es una elección más. Para el mandatario, se juega el tamaño de la representación y la posibilidad de imponer la agenda provincial en un Congreso donde se definen presupuestos, obras y programas. “Votar a Oscar es votar por los misioneros, es el mismo voto, es votar por uno mismo”, definió.
El llamado fue, incluso, pedagógico a la hora de la boleta: “Es simple como se debe votar… el tercer casillero, empezando de la izquierda a la derecha, está la carita de Oscar. Ahí está el cuadradito donde hay que poner la cruz”. Y cerró con una apelación directa: “Yo lo invito con el corazón a que ponga la cruz a Oscar Herrera, que nos va a hacer falta… tener una persona de su envergadura, su magnitud, su historia, su conocimiento de la problemática de Misiones, su voluntad de trabajo en Buenos Aires”.
La ecuación, para Passalacqua, es nítida: más banca, más fuerza federal. En un país donde “ruta es producción, ruta es trabajo”, con “programas sanitarios” y educativos caídos y recursos que “no vuelven”, el objetivo es que Misiones “se haga valer” con dirigentes que puedan “llevar nuestra voz” y transformar esa voz en resultados concretos para la gente.





