Un informe reciente analizó la relación entre inteligencia y tiempo libre, revelando que las mujeres con mayor coeficiente intelectual tienden a elegir actividades que desafían la mente antes que hobbies tradicionales como la escritura recreativa o el yoga. Estas prácticas no solo ocupan sus jornadas, sino que también contribuyen a su desarrollo cognitivo y emocional.
Lectura analítica y pensamiento crítico
Un estudio de la Universidad de Oxford mostró que la lectura profunda es uno de los pasatiempos más comunes en este grupo. Lejos de limitarse a la ficción ligera, las mujeres con alto coeficiente intelectual prefieren novelas complejas y ensayos filosóficos. Según los investigadores, este hábito fortalece la empatía, la capacidad de interpretar contextos complejos y el pensamiento crítico.

En la misma línea, académicos de la Universidad de York advirtieron que la lectura de ficción está asociada a mejores resultados en pruebas de empatía, mientras que el predominio de textos de no ficción puede correlacionarse con una menor percepción de apoyo social.
Juegos de estrategia y estimulación mental
Otra de las actividades destacadas son los juegos de estrategia, entre ellos el ajedrez, el sudoku y los acertijos matemáticos. De acuerdo con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), estas prácticas fortalecen la memoria, la concentración y la planificación. Resolver este tipo de desafíos no solo representa un entretenimiento, sino también un ejercicio constante de estimulación cognitiva.
Aprendizaje continuo como rasgo distintivo
La Universidad de Cambridge remarcó que la curiosidad permanente es otra característica común. Estas mujeres suelen interesarse en aprender de manera autodidacta en múltiples áreas, lo que fomenta creatividad, adaptabilidad y capacidad de resolución de problemas.
De esta manera, los pasatiempos elegidos se convierten en herramientas de crecimiento personal que trascienden el ocio y funcionan como un refuerzo sostenido para el bienestar intelectual y emocional.







