El Tribunal Penal 2 de Posadas condenó a 16 años de prisión a un hombre por el abuso sexual a su hija de 11 años. Fue en el marco de un juicio oral cuya sentencia de los jueces César Antonio Yaya (presidente), Gregorio Augusto Busse y Marcela Alejandra Leiva, fue leída ayer en la sala de audiencias de calle San Martín casi 25 de Mayo, en el microcentro posadeño.
Al veredicto arribaron luego de tres intensas jornadas de debate por el que transitaron ocho testigos, peritos y se analizó el relato de la menor en Cámara Gesell, donde ratificó las agresiones sexuales.
Del expediente se remarcaron los períodos y hechos respectivos de cuando la víctima comenzó a ser sometida por el imputado.
Los rastros de abuso fueron confirmados por los profesionales de la salud que intervinieron en su momento y cuyas constancias se adjuntaron en la elevación a juicio. Los derechos del encartado fueron representados por el defensor oficial Mario Ramírez. La acusación correspondió al fiscal del TP-2, Vladimir Glinka, quien detalló el padecimiento de la víctima y puntualizó en la responsabilidad del acusado.
Durante su alegato, el representante del Ministerio Público hizo hincapié en la producción de pruebas obtenidas durante la instrucción de la causa, entre ellas el testimonio de la menor, y solicitó 20 años de prisión.
De esta manera, tras deliberar unas horas el Tribunal dictó un fallo cercano al monto de pena que pidió Glinka: 16 años de prisión tras hallarlo penalmente responsable por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo ascendiente y por haber sido cometido contra un menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente con el mismo (un hecho) y desobediencia judicial todo en concurso real”, indicaron las fuentes.
De vacaciones
Al imputado se le atribuyó el hecho que fuera denunciado el 9 y el 19 de septiembre de 2019 ante la Comisaría de la Mujer de la Unidad Regional X Fátima, por la madre de la víctima, quien fuera su expareja y con quien tuvo dos hijas en común, la menor atacada sexualmente de 11 años y su hermana de 9 (edades al momento de la denuncia).
En este sentido, conforme lo declarado en sede policial por la progenitora y los elementos de prueba recolectados que constan en las actuaciones judiciales, el imputado accedió carnalmente en varias ocasiones a su hija de 11 años.
Estos hechos fueron cometidos en circunstancias en que la menor se encontraba de vacaciones y residiendo con su padre en el domicilio de éste, ubicado en la provincia de Buenos Aires.
Es posible deducir que sucedieron en 2019 entre los meses de enero y agosto, sin poder especificarse la fecha exacta.
Según el relato de la víctima en Cámara Gesell las niñas estuvieron de vacaciones con su padre en diciembre de 2018, y se habrían quedado con éste en la provincia de Buenos Aires para iniciar el ciclo lectivo del año siguiente.
La propuesta del hombre de llevar a sus hijas a su lugar de residencia fue aceptada por la madre de las niñas dado que mantenían una buena relación y al parecer les gustaba viajar en el período de descanso escolar, según consta en la resolución mencionada.
En 2021 y al ser indagado el imputado se le notificó la prohibición de acercamiento y la restricción de contacto personal, telefónico, por misivas, email, redes sociales directo o indirecto hacia la víctima. Esta orden fue desobedecida por el encartado, quien al año siguiente envió a través de su hermana una carta a su hija y a su expareja.





