La forestadora Tapebicuá, con sede en Gobernador Virasoro, Corrientes, cambió de manos tras meses de inactividad. La empresa es una de las unidades de negocio de Celulosa Argentina, que atraviesa concurso de acreedores y mantiene a 520 empleados cesanteados.
El empresario argentino Esteban Nofal, titular del grupo CIMA Investments SA, adquirió el 45% de las acciones y pasó a ser el principal accionista y controlante de Celulosa Argentina. La operación se concretó mediante un contrato de compraventa con los accionistas salientes Douglas Albretch, José Manuel Urtubey y Juan Collado.
Según publicó El Cronista, Nofal pagó apenas 1 dólar por la compañía, un valor simbólico para una firma con pasivos y dificultades financieras. De esta manera, se hace cargo de deudas millonarias. Su perfil de inversor y no de industrial abre interrogantes sobre el destino de la empresa: si buscará revenderla en partes o si inyectará capital para reactivarla.
La compañía comunicó el “hecho relevante” a la Comisión Nacional de Valores (CNV). Gonzalo Coda, responsable de Relaciones con el Mercado, informó que la adquisición otorga a Nofal el control de la sociedad y lo obliga a lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) por la totalidad de las acciones emitidas y en circulación.
Celulosa Argentina señaló que esta operación “marca el comienzo de una nueva etapa de fortalecimiento y proyección”. En el comunicado, se remarcó que el nuevo accionista se comprometió a “impulsar la recuperación de la Sociedad, sostener y generar el empleo, asegurando así la sostenibilidad de una organización que es parte esencial del patrimonio productivo argentino”.
El CEO de la compañía, Hernán Bagliero, expresó: “Celulosa Argentina es un emblema de la industria nacional. Con visión de futuro, responsabilidad social y el compromiso de nuestros colaboradores, estamos convencidos de que mantendrá su liderazgo y se proyectará hacia un futuro de crecimiento”.
La venta deja sin efecto la posibilidad de que el grupo misionero Da Rosa adquiera la planta correntina, como se venía especulando en conversaciones con el Gobierno de Corrientes.
Con más de 95 años de historia, Celulosa Argentina destacó que inicia “un capítulo que conjuga su larga historia con una mirada innovadora hacia el futuro. Producción sostenible, empleo de calidad y desarrollo de nuevos mercados, serán los ejes de esta nueva etapa”.







