Con un emotivo acto y desfile en la costanera capitalina, el Liceo Naval Militar Almirante Storni celebró uno de los eventos más importantes de su calendario institucional. El tradicional recambio de abanderados, la entrega de uniformes y la participación de familiares, exalumnos y autoridades, marcaron una jornada cargada de simbolismo y orgullo.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el capitán de Navío Martín Rodolfo Lucero, director de la institución, destacó la relevancia de esta ceremonia para la vida de los cadetes: “Es una ceremonia muy importante, si no la más importante en la vida de todos los que abrazamos la carrera militar. Recibir el uniforme es una única vez en la vida y te marca para todo lo que sigue”, afirmó visiblemente emocionado.
Lucero recordó su propia experiencia como cadete: “Se me venían a la memoria muchos recuerdos de cuando yo recibí mi uniforme en 1983, en el Liceo Militar General Paz del Ejército Argentino en Córdoba. Esta ceremonia está llena de emoción, honor y responsabilidad”.
En esta oportunidad, 87 cadetes recibieron el uniforme y también se realizó el cambio de abanderados, que usualmente se efectúa el 20 de junio, pero debió postergarse por el acto central que encabezó el presidente de la Nación en Buenos Aires. “No tuvimos ese espacio para hacer nuestro cambio de abanderados, así que lo hicimos ahora, en esta ceremonia tan significativa para todos”, explicó el director.
Respecto a la formación en el Liceo, Lucero subrayó: “Significa una elección muy fuerte por parte de las familias, que optan por un tipo de educación con perfil militar. Para nosotros es una altísima responsabilidad, porque nos entregan a sus hijos para formarlos en los valores que consideramos fundamentales”.
El Capitán también brindó detalles sobre el nivel de matrícula actual: “El número de aspirantes se mantiene estable. Esperamos unos 200 inscriptos para rendir el examen y proyectamos cerca de 90 cadetes para iniciar primer año”. Además, destacó el desempeño de los egresados: “Todos han tenido un excelente rendimiento en las carreras o caminos que eligieron, desde la universidad hasta oficios técnicos o comercios”.
Por su parte, la nueva abanderada Anna Paula Krauchuk, expresó con orgullo: “Es un honor muy grande. Formar parte del Liceo me cambió la vida. Acá no solo aprendemos conocimientos, también aprendemos valores, responsabilidad y compañerismo”.
La ceremonia culminó con el desfile terrestre y aéreo, y una fuerte ovación por parte del público presente. El Liceo Naval Storni volvió a demostrar que más allá del uniforme, la formación que brinda deja huellas profundas en quienes eligen ese camino.











