Coincidiendo con el Día Mundial contra las Dietas, la especialista en nutrición Silvina Chaves advirtió este martes que la presión -tanto social como familiar- para que los niños bajen de peso puede ser muy dañina e incluso contraproducente.
“Cuando los chicos son presionados en su entorno familiar para adelgazar, aumentan las posibilidades de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria”, explicó. Y fue más allá: “Las dietas son el principal precursor del aumento de peso porque generan un vínculo conflictivo con la comida desde muy temprana edad, entonces se dan los atracones, comer a escondidas, y eso va creciendo con el tiempo”, advirtió.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, la nutricionista destacó la importancia de cuidar cómo hablamos de los cuerpos, especialmente delante de las infancias, teniendo en cuenta que con nuestras palabras -aun en el caso de que no vayan dirigidas a ellos- “afectamos directamente cómo ellos se perciben”.
Advirtió que desde una edad temprana, los niños perciben todo lo que se dice a su alrededor y estas experiencias, como las historias familiares y sociales, influyen en la autopercepción del cuerpo y dejan huellas profundas en el desarrollo, por lo que desde muy pequeños hay que tener cuidado con las conversaciones sobre alimentación y peso.
Entonces, ¿cómo evitar que estos comentarios dañen a los niños? Para Chaves, “lo primero que tenemos que empezar a plantearnos los adultos es evitar decir esas cosas”, además de hablar de los cuerpos como “instrumento” para jugar, abrazar y vivir, en lugar de “objetos” en una vitrina o en una competencia por la perfección.
También abordó cómo los adultos deben trabajar en sus propios sesgos respecto a la alimentación y la imagen corporal: “Es fundamental repensar y conocer nuestros prejuicios para poder dejar de hablar tanto de las corporalidades o de hacer dietas frente a los chicos”, recomendó.
Además, señaló que en las redes sociales y en las escuelas también existe mucha crueldad, y en este contexto, hizo hincapié en la necesidad de promover la diversidad corporal, mostrando que existen cuerpos de todos los tamaños y que eso es completamente normal. “La verdadera normalidad es la diversidad corporal: no hay un solo tipo de cuerpo, sino una variedad que enriquece la sociedad. Hay que hacer entender a nuestras infancias que hay cuerpos de todos los tamaños, que no somos mejores o peores”, describió.
Chaves planteó el “problema social” que representa el “ideal de delgadez” que incluso se asocia con una mejor salud y llamó a adoptar una mirada “no pesocéntrica”.
“Lamentablemente la salud en Argentina está muy centrada en el peso y entonces hasta los psicólogos están rondando en ‘cómo hacer que este chico baje de peso de la forma más amena posible’, pero en realidad le estás diciendo que tiene que modificar su cuerpo y eso lo percibe como que tiene un problema, que es diferentes, y eso comienza a generar angustia, aislamiento social, mucho estrés a temprana edad“, describió.
Y agregó que “en realidad la gente que busca mejorar su dieta, por más que diga que quiere estar más saludable, en realidad lo que desea es bajar de peso”. Pero “si seguimos buscando que las personas de cuerpo grande bajen de peso como único objetivo, las estamos limitando a algo que ya han intentado toda la vida y a lo mejor las estamos imposibilitando de que busquen su salud, porque hoy en día ya se sabe que podemos tener salud independientemente del peso que tengamos”.
Por eso con sus pacientes “busco que realmente puedan vivir en paz, más tranquilos, que dejen de tener vergüenza corporal, que pueda salir a la calle, que si quiere vaya a la playa, que pueda bailar o hacer lo que le gusta, que pueda disfrutar más de su cuerpo, de la comida y dela vida, porque todo eso también es salud“, sentenció.









