La mayoría del tiempo estamos pensando en lo que va a pasar o lo que ya pasó. Pensar que algo podríamos haber hecho para que lo que sucedió no pasara, no solamente que no sirve sino que nos agota muchísimo.
En principio, hoy se sabe el daño que le genera a nuestro cuerpo vivir así, en tensión. Y si a eso le agregamos la culpa que solemos sentir, cuando creemos que podríamos haber hecho algo que no hicimos nos estresa y no nos permite disfrutar del momento presente.
La culpa de haber podido hacer algo que no se hizo es una emoción tan agotadora que nos quita energía. Si tan solo pudiéramos comprendernos y perdonarnos, sería sanador y liberador. Después de todo debemos saber que lo que sucedió no va a cambiar, “hecho está”, así que para qué angustiarnos.
Pero solemos elegir culparnos y sufrir en vez de liberarnos y vivir. Todo el mundo tiene derecho a equivocarse, nosotros también. Cuando pensemos sobre nuestra vida recordemos: Ninguna cantidad de culpa puede cambiar el pasado.
Ninguna cantidad de ansiedad puede cambiar el futuro. Pensemos en nuestra ansiedad: ¿Qué nos trae?, ¿qué quiere decirnos? ¿Qué creemos que podemos cambiar mañana? ¿Por qué tanto nivel de exigencia?¿De dónde proviene? ¿Quién nos dijo que no podemos equivocarnos?
Pensar en nuestra culpa y ansiedad nos puede ayudar a observarnos, solamente para sacarnos el peso de encima y poder caminar más ligeros por la vida. Vivir en el pasado o en el futuro nos quita la posibilidad de vivir nuestra vida ahora, tal como es. Cuando la ansiedad o la culpa aparezcan podemos recordar esta frase y decirnos: “La vida sucede ahora, sentimos la vida, cuando conectamos con nuestras emociones y nuestro cuerpo”, respirar en esos momentos ayuda mucho.
Salir a dar una caminata mirando los árboles, el cielo y los pájaros también puede ayudarnos para darnos cuenta que la vida sucede sin control. Todo es perfecto. A nosotros, los seres humanos se nos dio un cerebro que piensa, necesitamos crecer para usarlo creativamente y no para destruirnos. Bendiciones.
Prof. Paula Vogel
Gimnasia para el Alma.
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