Hay quienes creen que las casualidades no existen. Menos cuando coinciden los hechos en el tiempo. Sin embargo, todo es materia de investigación a partir de una exposición policial presentada por un trabajador de la empresa Energía de Misiones SA (EMSA).
El apagón que sufrieron nueve localidades y sus zonas de influencia abastecidas por la Cooperativa Eléctrica de Oberá (CELO), coincidió con una asamblea de trabajadores enrolados en Luz y Fuerza que podría derivar en medidas de fuerza si no consiguen respuestas a demandas laborales y salariales.
Los dos episodios sacudieron a la endeble administración de la CELO y, en los despachos oficiales, hasta dejaron trascender una sospecha de intencionalidad política en el tramo final de la campaña electoral hacia el 7 de mayo.
Asamblea de trabajadores
Obreros nucleados en el Sindicato de Luz y Fuerza de Misiones realizaron una asamblea y se presentaron ante el Consejo de Administración de la Cooperativa.
En la audiencia con las autoridades plantearon los puntos de reclamo y entregaron una nota escrita con el detalle solicitando respuestas. Hoy jueves a las 7.30 horas anticiparon que se presentarían nuevamente en una mesa de negociación para tratar cada cuestión de interés.
En la oportunidad, podría presentarse el secretario General del gremio, José Reineck, según anticiparon algunos delegados en diálogo con este Diario.
Los puntos que plantearon los trabajadores incluyen el pago de los haberes mensuales dentro de los plazos legales, ya que en la actualidad (desde hace varios meses) los están percibiendo en varias cuotas. Pidieron que se efectivice el BAE 2022 y las horas extraordinarias. También el depósito de los aportes sindicales que son descontados mensualmente a los empleados.
El petitorio incluye la entrega de recibos y pago remanente de la bonificación anual por eficiencia 2020 y 2021.
Condiciones laborales
Los empleados de la CELO se quejaron también por la “falta de materiales para la prestación de servicio, falta de mantenimiento de los móviles y la falta de útiles de trabajo y elementos de seguridad, entre otros puntos”.
“Se trata de cuestiones básicas para el funcionamiento de la cooperativa y obligaciones que tienen con los trabajadores”, explicó uno de los empleados a PRIMERA EDICIÓN.
Consideraron que “es insostenible” la situación que los llevó a la mencionada asamblea y que podría derivar en medidas de fuerza si no hay respuestas.
Además, mencionaron que “hace un año y medio que está la representante de Acción Cooperativa y todavía no entendemos para qué. No nos comunican nada, no sabemos qué están haciendo para salir de la crisis, si hay gestiones, ideas, nada y lo peor es que nosotros somos los que recibimos el malestar y enojo de los socios. Realmente no tomamos decisiones y estamos siendo los afectados directos de la administración”, afirmó el trabajador que pidió el anonimato por temor a represalias.
Una “boleadora” casera cortó la luz
Ayer a las 10 horas se presentó en la comisaría de Alvear un empleado de EMSA, encargado del mantenimiento de la línea de alta tensión. Según la exposición a la que accedió PRIMERA EDICIÓN, contó que el día anterior (el martes 25), “se produjo el corte de suministro de energía eléctrica de la línea de alta tensión 132 KV Roca-Oberá, afectando los municipios de Oberá, San Javier, Leandro N. Alem, Panambí, 25 de Mayo, Santa Rita, Colonia Aurora, Campo Viera, Campo Grande y zonas de influencia; donde tras haber tomado conocimiento personal de la guardia de la CELO, se dirigió al lugar constatando lo manifestado por uno de los vecinos de Picada Lamadrid, lote 236, al que no pudo identificar.
¿Qué contó ese vecino? “Alegó haber observado una explosión en la línea de figuración ubicada en un yerbal en inmediaciones a su vivienda”, de cuyo lugar se retiró “una camioneta Amarok color blanco, con vidrios polarizados, lona de color negro y dominio nuevo, siendo esto no habitual ya que el vehículo circulaba con luces apagadas”, según el escrito.
De acuerdo a lo narrado en sede policial, el personal de la CELO constató un “alambre en forma de boleadora con una piedra en uno de sus extremos, con una longitud mayor a cinco metros aproximadamente, colgando de uno de los conductores de la línea, lo que sería el causante de la falla en cuestión”.
Especificó que “al tratarse de un cable de dimensión fina no produjo daño, únicamente el corte y se restableció nuevamente el suministro”, tras solicitar la reserva de derecho de accionar judicialmente por el hecho.





