El mercado náutico sigue atravesando por un excelente momento a raíz de las ventas que se sostienen desde la explosión que trajo consigo en 2020 la pandemia de COVID-19, cuando un segmento importante y con poder adquisitivo decidió invertir su dinero en comprar una embarcación ante la imposibilidad -por ejemplo- de realizar sus acostumbrados viajes por el mundo, a raíz de las restricciones sanitarias.
El 17 de enero último, PRIMERA EDICIÓN publicó un informe sobre la cantidad de lanchas vendidas en los comercios locales, que en ese momento resultaba toda una sorpresa y se esperaba que con el transcurrir de los meses, el avance de la vacunación contra el COVID y la flexibilización de las actividades empiece a descender el interés de los compradores. Sin embargo, nada de eso sucedió y hoy hay náuticas que tienen cerrada la venta de embarcaciones de gran porte que serán entregadas recién dentro de dos años, es decir en 2023.
Este Diario recorrió distintos comercios náuticos de la capital provincial, algunos de los cuales en los últimos meses cambiaron de dueños y pareciera que se encuentran muy “ocupados” en atender sólo la alta demanda. Otros, en cambio, manejan el fructífero presente con soltura y saben que cuanta más la gente entienda qué está sucediendo con ese rubro podrán atraer a nuevos compradores.
“Las ventas en nuestro caso se mantienen, nunca bajaron desde los primeros meses de la pandemia a esta parte. Podemos decir que andamos en las diez lanchas por mes, a partir de los 3 millones (de pesos), y otros colegas venden unas 15”, explicó un avezado vendedor de productos náuticos.
Y agregó que “también empezó a moverse el mercado de las lanchas usadas porque muchos de los que ya tenían la suya buscan dar un salto de modelo, otra más grande o de mayor potencia”.
Demanda mundial
En un comercio del rubro en plena avenida Uruguay, los potenciales compradores dispararon una y otra consulta sobre los distintos modelos de embarcaciones, motos de agua y motores que allí se encuentran.
El gerente general, Daniel Maidana, señaló a PRIMERA EDICIÓN que “desde que empezó la pandemia aumentó la demanda a nivel mundial de productos del disfrute náutico y motos de alta gama que en el primer mundo aumentó el 25% el consumo. En Argentina tuvimos dos problemas. El primero arrancó siendo la falta de liquidez de dólares que teníamos en el Banco Central para poder despachar dólares y pagar a Japón, Estados Unidos o Canadá los motores o motos de agua. Por lo tanto en un primer momento se empezó a trabar los permisos para la importación que se fueron racionalizando. Luego, en un segundo momento, como el caso particular de los motores Mercuri, se fabrican en Estados Unidos una parte, luego se los ensambla en México y las cajas de comando son de Taiwán”. En ese sentido agregó: “Esos países hicieron un parate por la pandemia en tres momentos distintos entonces al inicio había motores pero no ensamble y luego sí ensamble pero faltaban las cajas de comando, lo que hizo que disminuya la producción y la entrega por lo menos durante unos seis a ocho meses”.
Siguió detallando que “hoy se normalizó esto pero el primer mundo empezó a consumir muchísimo más motores náuticos y la industria mundial busca abastecer primero a sus clientes y a nosotros nos manda el excedente que es muy inferior a lo que estábamos acostumbrados a consumir. En nuestro país aumentó la demanda de lanchas y motores, estamos transitando una etapa muy particular en la empresa donde tenemos programado incluso la entrega de lanchas para 2023, algo que si nos preguntaban que podía pasar esto hace dos años atrás era impensado porque en ese momento no teníamos ni siquiera programado para dentro de tres meses”.
Maidana destacó que “con la marca Quest, de alta gama, tenemos entregas para 2023, hoy no tenemos una temporada alta de ventas sino que se da durante todo el año”.
Fabricada en Tigre, vendida en Posadas y de vuelta a su casa
Una de las tantas curiosidades que se produjeron durante la venta “explosiva” de lanchas y protagonizada por Náutica Aire Libre, fue que una embarcación que “salió de los astilleros de El Tigre, en Buenos Aires, llegó acá y fue adquirida por un comprador que vive a sólo 200 metros de ese lugar. Es decir que hizo dos mil kilómetros la lancha para volver a casi su punto de partida”, comentó Daniel Maidana.
También explicó que disponen “del Lancha Plan, en 50 cuotas para la primera lancha, de una gama económica con motor Mercuri de 40 HP y que ronda un millón de pesos”.
Agregó que “se paga el valor intrínseco de la embarcación sin ningún agregado, sin interés a un valor actualizado, el 2% del valor total. Es una forma accesible de llegar a la primera lancha 0 Km. Es el plan de muchas personas que siempre soñaron en tener una embarcación y así lo pudieron lograr”.
Las cuotas mensuales rondan entre los 25 y 28 mil pesos y a través del sistema de sorteo o licitación pueden acceder a la lancha.
