Paulina tiene 34 años y consultó por la caída de cabello estaba muy preocupada porque sus análisis estaban muy bien en general, según ella dentro de parámetros normales. No existen fórmulas que sirvan para todas por igual, ya que cada uno maneja una vida diferente y escuchar al paciente es la clave.
Si queremos resolver de raíz el problema pensamos en las 3 causas principales que pueden producir la pérdida de cabello: hormonales, nutricionales y genéticas.
Dentro de las hormonales tenemos como más frecuentes el desequilibrio tiroideo, pero también algo muy importante y a veces poco considerado es la poliquistosis ovárica y la relación del desfasaje estrogénico que produjo caída de cabello en Paulina.
La glándula Tiroides se encuentra en el cuello y su función básica es el metabolismo, allí se produce una patología muy frecuente principalmente en mujeres, la proporción es de 8 a 1 y tiene injerencia en todas las funciones del cuerpo. De ahí que es la primera que pensamos a esta edad, ya que entre los síntomas de piel seca, constipación, alteraciones menstruales, está la caída de cabello y en este caso estaba normal.
Qué pasa, a veces se mira el valor de referencia y el hemograma, hierro, ferritina están dentro del rango dado impreso por el laboratorio, pero ¿qué sucede cuando está cerca del límite inferior? El déficit en este caso es hormonal, estrogénico y nutricional, más el desequilibrio de las glándulas suprarrenales.
Cada paciente no es un valor de laboratorio, es una persona de la que necesitamos saber el desgaste que tiene para conocer el aporte necesario.
Trabajamos junto a su ginecóloga, reforzamos nutrientes y equilibramos las hormonas.
La poliquistosis produce un desequilibrio estrogéico, ella no manifestaba síntomas, fue un hallazgo por ginecología con un examen de rutina.
Luego ya se practicaron los tratamientos adecuados. Hay productos como minoxidil que producen en forma momentánea crecimiento y luego tienen el efecto rebote, así que siempre hay que buscar la individualidad en cada paciente. Paulina obtuvo una compensación y equilibrio clínico, que llevó a su mejoría en corto tiempo.
El pelo en otoño
La caída del cabello en otoño es una situación temporal y común que afecta tanto a mujeres como hombres, ya que es ahora cuando se produce una renovación del cabello por el proceso natural de crecimiento del pelo.
“El aumento de la caída del cabello estacional debe considerarse, en parte, un fenómeno fisiológico de reemplazo natural. El cabello tiene su propio ciclo vital, que puede durar entre dos y seis años, renovándose unas veinte veces durante la vida de cada individuo, antes de morir por atrofia del folículo piloso. En primavera u otoño se acelera el ciclo de vida del cabello”, explica el doctor Antonio Leone, experto en salud capilar.
Este proceso fisiológico suele durar algunas semanas, y en otoño, puede afectar incluso a personas de cabello grueso, pudiendo llegar a caerse unos cien cabellos al día. Cuando la caída es por este fenómeno estacional, el pelo se cae en la fase telógena, es decir, la etapa en la que éste se encuentra al final de su ciclo de rebrote; mientras que los folículos ya están trabajando para producir cabello nuevo.
Sin embargo, existen señales que nos indican el riesgo de que la caída tenga características patológicas, como prurito y dolor en el cuero cabelludo. En estos casos, la caída continuará después del cambio de estación.
Siempre ante la duda hay que consultar al médico como lo hizo Paulina.