Durante la mañana del 24 de diciembre los vecinos de Encarnación se encontraron con que vándalos rompieron el cartel de bienvenida a la ciudad paraguaya “provida y profamilia”.
Tiempo atrás, esta señalética despertó el rechazo de los frentes de la diversidad sexual y feministas quienes señalaron como discriminatorio el modelo normativo presente en las imágenes, colores y leyendas usadas. Desde el Municipio recordaron a la población que existe un proyecto aprobado que declara a la ciudad como protectora de los valores familiares y que el país defiende tales normas en su Constitución.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el concejal autor del proyecto que declaró a Encarnación como “provida y profamilia”, Pablo Novosad explicó que “las familias encarnacenas rápidamente pudieron reparar el cartel vandalizado. Estos carteles forman parte de un proyecto que se aprobó y se puso en marcha por el Ejecutivo Municipal. Su colocación se logró gracias al aporte de estas familias que colaboraron para que pudiera hacerse, comprarse los materiales e instalarse los carteles”.
Acerca de la polémica vigente señaló que “hay algunos grupos que tal vez no entendieron el mensaje que queríamos reflejar con los carteles. Esto no buscaba ser discriminatorio ni ofensivo porque nos amparamos en la máxima ley de nuestro país, la Constitución Nacional, donde habla de la confección de la familia a partir del hombre, la mujer y los hijos. Solamente replicamos esa idea pero algunos creen que discriminan pero todos venimos desde una familia, sea esta madre soltera, abuelos a cargo de los nietos y hogares de todo tipo”.
Sin embargo, “es preocupante que en nuestro país empiezan a verse proyectos como los de Argentina que no concuerdan con nuestras leyes ni lo que piensa la mayoría, tal es el matrimonio igualitario”, agregó.
Por su parte, desde Somos Diversxs Encarnación Diego Arzamendia aclaró que “cuando se colocó el primer cartel hicimos una manifestación pacífica y siempre fue así, aunque ahora igualmente nos tacharon como los vándalos. Sin embargo, lo que siempre hicimos fue a plena luz del día y a cara descubierta porque no fue un delito sino que sólo demostramos nuestro rechazo al cartel.
Durante la intervención también expusimos un poco lo que es la situación de interna del Paraguay con datos estadísticos de la violencia, violaciones, embarazo infantil, todo lo que tenga que ver con la vida que supuestamente defienden pero no quieren ver”.
Asimismo, apuntó a que “la declaración de profamilia y provida no hace sino mostrar la hipocresía de la ciudad. Por eso quisimos hacer ese día también una muestra de afecto de personas diversas (un “besatón colectivo”) demostrando que tenemos el ánimo de seguir estando de forma totalmente pacífica aunque pongan mil carteles más”.
El choque entre frentes
Desde el Frente Provida y Profamilia de Itapúa, Carlos Vargas agregó que “no queremos polemizar más este tema porque no producirá otra cosa sino que vuelvan a romper todo. Aunque no tenemos cerca cámaras donde se pueda visualizar a los autores, de todas maneras quedó notificado este hecho ante cualquier eventualidad. Estos carteles representan nuestro derecho a de alguna manera manifestarnos. Respetamos la individualidad de las personas pero en la Constitución paraguaya reafirma lo que expresamos en la cartelería”.
A su vez, indicó que “nuestro sistema de leyes es diferente a lo que aprobaron en Argentina. Lo que creemos en Paraguay es claro y contundente: somos un Estado provida y profamilia. Actualmente se está trabajando para que todos los distritos del departamento de Itapúa sean declarados como protectores de esos valores familiares”.
Respecto al conflicto con los movimientos de la diversidad, Vargas recordó que “en Alto Paraná, en Hernandarias, hubo una lucha feroz contra estos grupos LGBTI y anexos”, en referencia a los incidentes registrados durante una marcha meses atrás que terminó con personas heridas durante el reclamo público por el respeto a comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales y demás identidades diversas.
Acerca de las disputas presentes, sostuvo que “respetamos la lucha que tienen pero también queremos que nos respeten. No estamos en contra de la persona que quiera hacer con su vida privada lo que quieran pero lo que sí nos molestaría es que nos quiten la opción de educar a mis hijos de la forma que queramos. En ese sentido, existe una lucha en contra de un adoctrinamiento de los jóvenes menores de edad”.