La poliomielitis ha sido eliminada en más del 99% a nivel mundial, sin embargo, todavía falta un preocupante 1%. Para lograr la erradicación, es necesario que no existan casos por el poliovirus salvaje y tampoco casos asociados o derivados de la vacuna.
La incidencia de poliomielitis a nivel mundial se había reducido en más de un 99% en dos décadas: de unos 350.000 casos de polio estimados en el año 1988, a 37 casos notificados en tres países en el año 2016 y 22 casos en 2017 (en Afganistán y Pakistán).
Sin embargo, esos dos países asiáticos -los únicos donde se siguen reportando episodios de polio- se convirtieron a partir de entonces en una inquietud mundial, al empezar un repunte que viene creciendo de forma alarmante: en 2018 fueron 32 casos, 85 al año siguiente y en 2024 ya se detectaron 741: 113 en Afganistán y 628 en Pakistán

El último caso de poliomielitis por virus salvaje en Argentina se registró en 1984 en Colonia Santa Rosa, Orán, Salta. El último caso por virus salvaje en la región de las Américas se registró en 1991 en Perú. En 1994, la región de las Américas (todo el continente, de Alaska a Tierra del Fuego) fue certificada libre de la polio por virus salvaje.
Una enfermedad está erradicada cuando no se presentan más casos en el mundo y el agente deja de circular. Hasta el momento la única enfermedad erradicada es la viruela (en 1979), y se está trabajando para que la poliomielitis sea la próxima. La modelización económica ha revelado que la erradicación de la poliomielitis permitirá ahorrar al menos entre US$ 40.000 y US$50.000 millones en los próximos 20 años, principalmente en los países de bajos ingresos. Más importante aún, el éxito significará que ningún niño muera o sufra los terribles efectos de la parálisis permanente provocada por la poliomielitis.
Para ello, es necesario que los Estados garanticen la disponibilidad de dosis y la accesibilidad a los vacunatorios; y que cada familia acuda al centro de salud correspondiente y complete el calendario de vacunación de los niños.

Celebrar el Día Mundial contra la Polio no es solo recordar lo que ganamos, sino reconocer lo que podemos perder: la parálisis que causa este virus no es sólo un recuerdo del pasado, sino un peligro latente, especialmente cuando las tasas de vacunación caen.
Acerca de la poliomielitis
La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade al sistema nervioso y que puede causar parálisis en cuestión de horas. Ha sido durante siglos una importante causa de invalidez y muerte en la infancia, hasta la llegada de la vacuna a mediados de la década del 50. El desarrollo de vacunas eficaces para prevenir la poliomielitis paralítica fue uno de los adelantos médicos más importantes del siglo XX.
El virus se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral a través del agua o los alimentos contaminados. Una vez en el organismo el virus se replica en la mucosa del intestino. Los individuos infectados eliminan el poliovirus al ambiente durante varias semanas a través de sus heces, donde puede dispersarse rápidamente en una comunidad, especialmente en áreas de saneamiento deficiente.









