“Quiero agradecer a la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), a todas las personas del gremio que se involucraron. Mi hijo volvió a la escuela con quien es su maestra integradora desde hace siete años, Irma Baier. Mi hijo tiene Síndrome de Down y necesita estar acompañado. Desde preescolar Irma es su acompañante, por eso iba a ser una enorme tristeza y un gran retroceso perderla. Pero la acción de ATE hizo que mi hijo siga contando con su querida maestra integradora. No tengo más que palabras de agradecimiento”, indicó Rosario Derliz Marli, madre de un alumno de la Escuela 380.
Según la gacetilla del gremio, con la orden de no innovar de la Justicia “una historia que parecía rumbear hacia un desenlace de vulneración de derechos para estos alumnos con discapacidad, pudo alcanzar buen puerto a partir de la voluntad política y la estrategia jurídica del sindicato de los estatales”.
Después de una licencia que presentó el mismo día que la docente con título acudió a la escuela a reclamar que se cumpla la orden de desplazamiento, y ya bajo el amparo de la Justicia, Baier regresó el miércoles pasado a clases.
“Fue una emoción enorme. Fue algo muy especial. El miércoles ya me reencontré con mis alumnos. Recibí todo ese cariño inmenso. Y en cuanto al gremio, no me va a alcanzar la vida para agradecer lo que hicieron. Me permitieron seguir trabajando, con el amor incondicional de los chicos que tienen discapacidad. En su momento la pasé muy mal. Pero esto no tiene precio, el estar con mis niños de nuevo”, indicó la mujer en la gacetilla de ATE.
Por su lado, uno de los referentes de ATE Docentes, Fabio Filártiga, hizo hincapié en la necesidad de “limpiar el buen nombre y la honestidad del director de la escuela, Mario Krivenko, ya que fue difamado, atacado injustamente, cuando actuó de manera ejemplar al alertar que el desplazamiento que se quería hacer de la maestra Baier era totalmente injusto y nocivo para los alumnos con discapacidad”.
