Los dirigidos por Sebastián Beccacece fueron muy superiores en el primer tiempo. Dominaron en todos los sectores de la cancha e impusieron su presión y juego sobre el rival.
La apuesta inicial fue llenar de centros el área de Boca, y casi le da réditos a los diez minutos cuando el “Cuqui” Márquez se anticipó en medio del área xeneize y cabeceó desviado.
Boca perdió casi en cada lugar que los de Varela le presentaron batalla, sin ideas, le costó mucho salir del fondo y primaron las imprecisiones. A los 18′ minuto Rojas probó un zurdazo desde muy lejos que Andrada sacó al córner de manera espectacular. Parecía ser cuestión de tiempo para que el local saque la primera ventaja.
Pero no pudo ser para el local. Por deficiencias propias y por aciertos del rival. A los 34′ la polémica se hizo presente cuando Ivan Marcone fue a trabar con Ignacio Aliseda, que cayó en el área de Boca y reclamó penal, pero Fernando Echenique juzgó que no fue falta.
Y a los 39′ llegó la más clara. Blanco desparramó a Campuzano por la derecha del ataque (caño incluido) y cedió para la entrada de López por el centro del área, que disparó sin la resistencia del arquero y Lisandro López alcanzó a enviar la pelota al córner en una jugada salvadora.
Y cuando no se aprovechan las situaciones con un equipo como Boca, se puede lamentar. Y eso hizo Defensa. Porque a los cuatro Campuzano cedió para Tevez que entraba de frente al arco atrás de la línea del área y probó un remate rasante que se metió por la floja reacción de Ezequiel Unsain. Injusto, pero el fútbol no entiende de esa palabra.
Si fue la intención de los de Varela fue atacar todo el tiempo antes de estar en desventaja, con el gol en contra se fue para adelante con todo lo que pudo, pero ya no fue el mismo por el desgaste. Boca pudo controlar un poco más sus movimientos porque el rival no le presentaba la pelea en cada centímetro de la cancha.
Así el xeneize tuvo otra chance para aumentar a los 21′ con otra jugada personal bárbara de Tevez, que terminó con un remate cruzado que se fue apenas afuera. El partido se planteó con Boca tirado al contraataque y aguantando el empuje de todo Defensa. Así, hasta el final, donde el resultado no se movió.
