Mientras la pobreza crece en todos los rincones del país, algunos jefes comunales tratan de dar respuesta a las necesidades más urgentes pese a su escaso presupuesto.
En este contexto, el intendente de esta localidad, Jorge Lovato, dispuso que la cocina centralizada comience desde esta semana a preparar 1400 raciones de cena para poder alcanzar con este alimento a los niños, ancianos y discapacitados.
Desde principio de este año, con el propósito de asistir a las familias más vulnerables, esta comuna viene aumentando las partidas presupuestarias destinadas a los comedores barriales, y desde esta semana, se implementó el programa “Que ningún niño se vaya a dormir sin cenar con Montecarlo”.
Según explicó el jefe comunal, “la finalidad es garantizar la cena a los niños de cada familia en estos tiempos en los que la situación económica está complicada, tenemos a nuestros vecinos que son tareferos y ahora están en interzafra, también las empresas madereras no están pasando por un buen momento al igual que otros sectores de la sociedad, por eso implementamos este programa de asistencia alimentaria extraordinaria para las familias más necesitadas, con esto buscamos que ningún niño quede sin su cena”.
Más raciones
Hasta el año pasado el municipio cocinaba 1400 raciones diarias, pero actualmente se están haciendo 1800 de lunes a viernes al mediodía y se entrega a las familias más necesitadas de 30 barrios, y por la noche, 1400 raciones, solamente para los niños, discapacitados y ancianos.
Los menú fueron confeccionados por el chef local, Ramón Isasi, basado en el concepto de una dieta nutritiva y saludable que aporte los nutrientes fundamentales para las familias.
El director de Acción Social de la Municipalidad, Milton Fernández, explicó a PRIMERA EDICIÓN la metodología de trabajo: “Todos los días, seis cocineras preparan la comida en la cocina centralizada para luego ser distribuidas a las distintas paradas barriales. Son los voluntarios, generalmente miembros de las comisiones vecinales, los encargados de hacer la distribución a las familias registradas”, explicó.
Además, la comuna trabaja con un equipo multidisciplinario que acompaña a las familias en sus necesidades, cuando éstas pasan a otro plano.
La cocina centralizada es un concepto que nuclea una idea más global, no solamente se cocina en esta “cocina”, sino que allí también se realizan distintos talleres y capacitaciones. “La idea es aportar a las familias herramientas para que puedan salir adelante y generar algún ingreso para el hogar, por ello dictamos talleres desde huerta y panadería, como otros para que puedan tener sus propios emprendimientos laborales”, explicó Fernández.
La realidad económica del país golpea con más fuerza a los humildes, y son los intendentes los que se ven a diario cara a cara con esta realidad, y es ella la que le exige tomar medidas y priorizar. En el caso de Montecarlo, una medida fue redoblar el compromiso con los comedores barriales.