Polémica por el desenlace que tuvo la historia del puma del Parque Nacional Iguazú, al ser atrapado, sedado, trasladado y enjaulado en la reserva provincial “El Puma”, en la localidad de Candelaria. Después de meses de persecución, las autoridades todavía no tienen definido cuál será el destino final del felino, mientras tanto permanecerá encerrado en un cubículo de cemento y rejas.“Se esta priorizando el negocio sin tener en cuenta que vamos a descender la vida, pero en toda su manifestación”, reflexionó la ecologista Norma Dalmau, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, al cuestionar las decisiones que se tomaron para resolver el nudo crítico entre el turismo que visita las Cataratas y el animal, avistado en una reserva declarada “Maravilla Natural”. “Si los humanos somos, supuestamente, los únicos que tenemos la capacidad de razonar y de resolver intelectualmente los problemas, porqué al momento de buscar una solución no se hace priorizando a los habitantes naturales -para que ellos así puedan seguir en su hábitat- protegidos de nosotros? Lo que estaría bueno es que veamos cómo en otras partes del mundo se protege al animal, haciendo pasarelas altas para que ellos puedan vivir en su lugar, tranquilos, y los turistas pasear por pasarelas protegidas”, aseguró Dalmau contra el proceder del equipo de Parques Nacionales de Iguazú. “Seguramente con lo que ganan en Iguazú, en un solo día con los turistas, pueden hacer pasarelas protegidas”, sugirió.Con un visible desencanto por el trabajo con el puma, la ecologista no tardó en remarcar que “es necesario que se tome conciencia, y salgan los actores sociales a defenderlo, porque hoy le toca a este puma, pero ya habían matado a otro, y siempre estamos con este tipo de problemas que no deberían ser problemas, deberían haber tenido ya una solución previa. Cuando se hace la lectura de un parque, para que los turistas puedan visitar (en este caso Cataratas); se debería pensar primero que los habitantes de esa reserva también tienen que seguir viviendo tranquilos. Y no ser tan invasivos, porque estamos hablando de derechos”, aseguró Dalmau.Los motivos oficiales Seguro de la decisión que se tomó, el intendente del Parque Nacional Iguazú, Sergio Arias Valdecantos, dijo a PRIMERA EDICIÓN, que la medida fue tomada porque “acá, en Cataratas, entra un millón y medio de turistas, de los cuales Puerto Iguazú y gran parte de la provincia de Misiones viven del turismo”, asegurando que “la otra opción era cerrar el parque y que no vayan más turistas. Que no es una situación lógica. Entonces se ha privilegiado colocarlo – en alusión al puma- en otra área protegida”.“El animal está en buen estado y solucionamos el problema que representa, que no sabe que está causando un daño, y también solucionamos una cuestión: todo lo que genera el turismo en Iguazú”, argumentó Valdecantos, aceptando posteriormente que “la verdad que no sé decir si todo esto genera un estrés al animal, pero el animal ha ido dormido en una jaula de transporte, sedado hasta el lugar en donde está para ponerle el collar satelital”, que aun no ha llegado, según confirmó el Intendente.Sin collar no hay libertadEl puma permanecería en cautiverio hasta que el collar satelital le sea colocado, “todavía no sé cuándo va a llegar el collar, supongo que en esta semana. Tampoco sabemos dónde lo vamos a enviar, vamos a definir con el Ministerio de Ecología de la provincia en qué área protegida, de las tantas que tenemos en Misiones, se lo va a soltar. No sé decirle en este momento, porque la prioridad era capturarlo y ponerle el collar satelital”, afirmó Valdecantos.
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