La que este jueves se pensaba iba ser la última jornada de debate por el crimen de Angélica Suárez (21), fue pospuesta para hoy -viernes- a instancias de la defensa de Juan Oscar Baungart (29) que pidió un cuarto intermedio para el alegato, tras las cinco declaraciones testimoniales que no le habrían resultado favorables. Uno de estos testimonios giró en torno a una prenda de vestir con la que vieron a la víctima cuando aún estaba con vida, que sería la misma que tenía dentro de la boca cuando apareció en el arroyo El Soberbio.
Ayer, los magistrados Amalia Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero informaron que rechazaban el pedido de los defensores Ricardo De La Cruz Rodríguez y Manuel Augusto Rondon, para que fuera citada la madre del acusado. Pero accedieron a que se leyera lo que dijo la mujer en la etapa de instrucción de la causa.
La progenitora había manifestado que el 13 de junio de 2016 (el día que fue vista por vista por última vez Angélica), su hijo le llevó a su nieta para que la cuidara, porque según le comentó, otra vez Angélica había salido y dejó sola a la nena. Fue a buscarla antes de las 19 y se la llevó a su casa. Lo mismo hizo el día siguiente y le recomendó a Baungart que hiciera una exposición porque Angélica no regresaba.
Declaró además que la relación entre su hijo y la joven “era medio rara, porque ella salía siempre y no le avisaba a Oscar (Baungart) adonde iba”. Dijo también que sabía que Angélica y el profesor de boxeo eran amantes, “porque todos los vecinos lo sabían” e inclusive los dos habían ido a ver la casa en la que iban a vivir.
Seguidamente, el secretario del TP, Benjamín Armoa, prosiguió con la lectura de la declaración que hizo en el juzgado Silvia, una de las hermanas de la víctima. La joven expresó que la última vez que habló con ella fue a fines de mayo de 2016. Le había contado que desde hacía más o menos un mes que estaban separados con Oscar, pero estaban viviendo juntos en la misma casa, y que si bien él tenía que irse del domicilio, pensaba irse ella misma.
“Mi hermano de 14 años vivía con ellos y el 13 de junio le preguntó por Angélica y él respondió que ‘estaba por ahí’”. Al otro día, cuando su hermana no había aparecido, él le dijo a Oscar que iba avisar a su papá porque Angélica no era de salir y no volver. Le dijo que no era para tanto, que sólo iba servir para preocuparlos.
“Como no aparecía, mi hermano nos avisó a nosotras tres días después. Fuimos con mi mamá a preguntarle a Oscar y él nos dijo que Angélica había desaparecido, pero no sabía la hora ni hacia dónde se había ido, sólo que había llevado una valija”.
Relató que después consiguió el número de Walter (el profesor de boxeo), y tras preguntarle éste le dijo que no sabía nada de ella. Finalizó diciendo que el día que apareció el cuerpo de Angélica, fue ese hombre el que le avisó, después de llamarla muchas veces.
Después, en la sala se escuchó lo que dijo Yésica, la otra hermana de Angélica, quien señaló que cuando habían pasado ocho días de la desaparición llamó a su número de teléfono. “Me atendió una mujer y me dijo que era Angélica. Me aclaró que si no volvía a la casa iba ir directamente a Buenos Aires. Cuando yo le mandaba mensajes apagaban el celular”.
Yésica creyó que era su hermana porque hablaba igual que ella, pero en realidad dijo que después supo que eran sus cuñadas, hermanas de Baungart. Aclaró que inclusive le siguieron mandando mensajes para hacerse pasar por Angélica después que había aparecido su cuerpo. También usaban su perfil de Facebook y supo que no era Angélica por cómo escribían los posteos.
Testigos frente al estrado
La primera testigo que fue citada fue la amiga de Angélica, con quien además compartía las clases de boxeo. La joven indicó que solían viajar a participar en torneos y que ella en una oportunidad le reveló que no se llevaba bien con Baungart y que tenía ganas de irse a vivir a Santa Cruz.
Ante la pregunta de la fiscal Estela Salguero, acerca de si sabía que había una relación entre Angélica y el profesor de boxeo dijo que sí, y que esto lo sabría Baungart inclusive.
En este punto tomó intervención el juez Aguirre y le consultó si conocía que ellos ya estaban separados pero convivían en la misma casa. “Sí, ella quería salir de su casa pero no lo hacía por la bebé”, respondió la testigo.
“La última vez que la vi fue el 12 de junio de 2016. El lunes siguiente le mandé un mensaje para ir a entrenar”. Con el correr de los días comenzó preguntar por ella y le dijeron que había desaparecido.
“La vi bajoneada”
Una vecina de Baungart y Angélica también brindó su relato porque habría trabajado en la casa de la pareja. Recordó que el 13 de junio Angélica le mandó un mensaje de texto para que fuera a buscar dinero y abrigos. “Ella estaba en la puerta de la casa. Me dio las cosas y me dijo chau. Más tarde me crucé con el hermano menor de ella y me preguntó por Angélica, porque había desaparecido y había dejado a la nena sola”, relató la adolescente.
“Eran aproximadamente las 12.30, no vi a nadie más en la casa. Recuerdo que estaba vestida con una remera, un vaquero y tenía una chalina celeste. Yo nunca vi nada raro entre ellos, pero ella me comentaba que discutían bastante”.
Ante la consulta de uno de los defensores de Baungart acerca de si Angélica ese día decidió terminar con la relación laboral, la joven dio respuesta afirmativa pero también aclaró que ella también tenía intenciones de abandonar ese trabajo.
Finalmente comentó que sabía que tenía una relación sentimental con el entrenador de boxeo y que con Baungart seguían viviendo juntos por el cuidado de la nena.
La última testigo del día fue una vecina de El Soberbio que había contratado a Baungart para realizar trabajos en su casa. “Lo conocí. Nunca tuve problemas con él, era excelente. Un chico bueno”.
Señaló que en una oportunidad le dijo que iba llegar tarde porque tenía que ocuparse de su nena. “Yo le pregunté qué había pasado con su señora y me respondió: ‘Se fue’. Me aseguró que hizo una exposición policial y comentó que se había ido con una valija de la vivienda”.
La sesión prosiguió con el pedido de la defensa para que se leyeran los resultados de la autopsia, las pericias telefónicas y los exámenes en busca de rastros de sangre en el baúl del remís, en el que supuestamente trasladó una valija.
También se pidió que fuera citado un hermano de Angélica, que vivía con la pareja, pero el Tribunal lo rechazó por extemporáneo, no fue incorporado a la causa en la etapa de instrucción.
Cerrada la etapa de presentación pruebas, los camaristas instaron a realizar los alegatos pero la defensa de Baungart requirió un día para analizar las testimoniales y poder realizar un alegato con mayor precisión.