Posadas. El hogar de noche para chicos de la calle “Padre Mugica” cumplió un mes y hasta el momento fueron doce los menores que se alojaron y actualmente son seis los que duermen y realizan distintas actividades, además de asearse y recibir la cena y el desayuno. El proyecto, que comenzó el 13 de junio, empezó a desarrollarse con la premisa de alojar en un principio solamente a varones de hasta trece años que se encuentran en situación de calle y no tienen dónde dormir, ya que según los relevamientos generalmente son más chicos los que pernoctan fuera de sus hogares.Los menores que están concurriendo forman parte del programa del hogar de día, cuyo móvil los pasa a buscar a las 8 por la avenida Roque Pérez 124, entre Junín y San Luis, donde ingresan alrededor de las 18. Pero no todos los chicos que llegaron fueron derivados, sino que otros enterados sobre el lugar llegaron solos en busca de un techo y también tuvieron posibilidad de reencontrarse con su familia.Rogelio Peralta, el encargado del hogar que depende de la iglesia catedral y cuenta con apoyo municipal y de otras instituciones, explicó que tanto como los que colaboran, así como los chicos se adaptaron bien a las normas y reglas del hogar. “Lo más importante es que nosotros queríamos que vinieran libremente, que no se sintieran obligados y aunque se les ofrece actividades y entretenimientos, también deben respetar ciertas reglas”, explicó Rogelio. El encargado detalló que la mayoría de los chicos tiene antecedentes de problemas con adicciones como al pegamento, psicofármacos y marihuana. En el tratamiento se trabaja en conjunto con el hogar de día y el equipo interdisciplinario, “pero en cada caso es un trabajo de hormiga”.Rogelio aclaró que la primera regla es que para ingresar al hogar no deben estar intoxicados y tampoco se permite el consumo de ninguna sustancia en el lugar. En este primer mes quienes trabajan en el hogar ya tuvieron la satisfacción de haber colaborado en el reencuentro de un chico con su familia, que lo había reportado como fugado y llegó buscando un lugar donde dormir. Además de Rogelio, dos hermanas religiosas se ocupan de atender a los chicos que ya no tienen que pasar las noches en la calle. Los menores pueden permanecer en el hogar hasta tanto se resuelva su reinserción familiar, que es el objetivo, en lo posible. Agradecen la solidaridadRogelio Peralta, encargado del hogar Padre Mugica, así como el padre Alberto Barros, párroco de la catedral, agradecieron la “enorme” solidaridad de la gente, ya que mediante la ayuda los chicos están cubiertos en ropa y alimentos.“Tenemos tanto que en algunos casos redireccionamos la ayuda a Cáritas”, comentó el padre Barros. En el mismo sentido destacaron la colaboración de las instituciones y de los voluntarios que se acercan para desarrollar actividades con los chicos o atenderlos profesionalmente. “Hay que tener en cuenta que cada chico llega con su historia y tratamos de contenerlos de la mejor manera posible”, señaló el padre Barros contento con el primer mes de actividad en el hogar.





Discussion about this post