POSADAS. El escenario era dantesco. Conmovió hasta al personal especializado de la Comisaría de la Mujer, acostumbrado y con la piel curtida de ver tanta desgracia y miseria de todo tipo, principalmente humana. Sucedió el miércoles, en una precaria vivienda del barrio Santa Clara II. Siete hermanitos, de entre dos y quince años, fueron rescatados de una vida nefasta, una existencia indigna y casi animal que mezcla la pobreza extrema, las necesidades mínimas insatisfechas, el abandono, la violencia y, como si fuera poco, el abuso sexual.Todos estaban desnutridos y librados a su suerte. Según las primeras informaciones, dos hermanitas, de seis y nueve años, presentaban signos de abuso sexual.El hermano de quince, que padece retraso madurativo, se mostraba contrariado y con notorias dificultades motrices frente a los asistentes sociales, como si no pudiera erguirse del todo y la columna no soportara el peso del cuerpo.En ese mundo cercenado de todo sentimiento cercano a la misericordia y plagado de desgracias, vivían los pequeños, supuestamente al cuidado de una hermana de 23 años. Ayer trascendió que las dos niñas eran abusadas por su tío y que este las extorsionaba con no darles de comer si contaban lo que sucedía.Hay que imaginarse ese cuadro de situación: el hombre era prácticamente el único en acercarles algo de comida y aún así, los chicos presentaban un cuadro importante de desnutrición.La historia de estos hermanos es de terror, literalmente. A una infancia de carencias absolutas, se suma una madre adicta a las bebidas alcohólicas y un pariente desalmado que en lugar de protegerlos ante semejante desamparo, aprovechaba para ahondar el infierno en que vivían.Esa situación de amenazas y extorsión se trasladó incluso a la madre de los pequeños que, más preocupada en obtener unos pesos para saciar su enfermiza adicción que algún bocado para sus hijos, se negó a denunciar a su hermano por los delitos de índole sexual.Esa situación persiste incluso hasta hoy. La Justicia, afortunadamente, actuó con rapidez, eficacia y de oficio para detener al changarín de 33 años.El hombre permanece detenido en dependencias de la Unidad Regional X. En las próximas horas será trasladado al Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, donde lo aguardará el juez Marcelo Cardozo para tomarle declaración indagatoria, indicó un portavoz del caso. “Los abandonaba en la casa durante días”POSADAS. A medida que pasan las horas se conocen nuevos detalles, unos más escalofriantes que otros, del caso de los ochos hermanitos librados a su suerte en una humilde vivienda del barrio Santa Clara II.Una testigo del caso contó a PRIMERA EDICIÓN que la madre de ellos, afecta al consumo de bebidas alcohólicas, desaparecía de la casa durante días dejando a sus hijos completamente desamparados.Supuestamente, los chicos quedaban al resguardo de una hermana de 23 años y de un tío, que al parecer resultó ser como un lobo en medio del rebaño.El caso saltó a la luz gracias al llamado telefónico de un vecino del barrio Santa Clara II, jurisdicción de Garupá, a la Policía, que alertó sobre la existencia de estos chicos que eran sometidos a golpizas y se encontraban literalmente abandonados.El miércoles, lamentablemente, se confirmó la veracidad de la denuncia y de la pesadilla que ellos soportaban diariamente.Todos fueron trasladados al Centro de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de Santa Clara II, donde se estableció que las dos nenas, de seis y nueve años, presentaban signos de abuso sexual.Ninguno de los hermanos, que estaban en edad de hacerlo, iban a la escuela.La mayor tiene 23 años. Los otros quince, doce, once, nueve, seis, cuatro y dos. El único ingreso, que desaparecía prontamente, era una pensión de 200 pesos que la madre, de 41 años, cobraba del Estado nacional.El resto dependía, únicamente, del hombre que ahora está detenido, acusado por sus dos sobrinas de abusarlas sexualmente, consignó el portavoz. Aguardan el resultado del testimonio en cámara GesellPOSADAS. La Justicia trabajaba ayer con ahínco no sólo en el aspecto probatorio judicial, sino en la contención de los ocho hermanos rescatados el miércoles, en horas de la tarde, en una vivienda humilde y precaria del barrio Santa Clara II.Las dos hermanitas, de seis y nueve años, fueron trasladadas ayer al Cuerpo Médico Forense para completar los análisis médicos y sobre todo, confirmar si efectivamente presentaban rastros o signos de abuso sexual.De alcanzar el tiempo, siempre y cuando las víctimas no se sintieran sofocadas, después del calvario que debieron aguantar durante meses, iban a ser conducidas a cámara Gesell para que pudieran relatar la historia de horror y miseria que atravesaron junto a las personas que debían cuidarlas.Las pequeñas acusaron a su tío, un changarín de 33 años, de someterlas sexualmente, una arista que el juez de Instrucción 1 de Posadas, Marcelo Cardozo, investiga por estas horas.El acusado fue detenido en el anochecer del miércoles por una comitiva de la Unidad Regional X, por orden del magistrado.Un porotazo a favor del juez Cardozo, que no se dejó llevar por tratarse de un delito de instancia privada y de oficio ordenó la detención del acusado.“Los chicos estaban a la deriva. El hecho de que se los encontrara desnutridos forma sólo una parte de esta historia tenebrosa, plagada de todo tipo de vejámenes”, indicó uno de los investigadores asignados al caso.En el procedimiento del miércoles intervino personal de la Comisaría de la Mujer, de la división Investigaciones y otras dependencias de la Unidad Regional X. También una médica del CAPS que atendió a los menores y un vecino del barrio Santa Clara II que, con coraje, llamó a la Policía. Esa persona también rescató a estos chicos del mismísimo infierno.





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