POSADAS. Mientras la Justicia misionera continúa investigando las presuntas conexiones de una mega organización criminal que vincularía a supermercadistas chinos con “piratas del asfalto”, trascendieron ayer más detalles del increíble caso que permitió desatar la punta del ovillo.En diálogo exclusivo con PRIMERA EDICIÓN, el abogado Víctor Luciano Gómez, representante legal del transportista misionero que encontró en un comercio de origen oriental parte de la mercadería que le habían robado meses atrás a uno de sus empleados en Córdoba, relató pormenores de la increíble historia y dijo que tanto él como su cliente están sorprendidos por lo que parece haber descubierto la Justicia.“Sinceramente nunca imaginamos lo que había detrás de todo esto. El interés de mi cliente era solucionar su problema, esclarecer el robo y tratar de recuperar el camión, no sabíamos que era la punta de un ovillo muy grande”, se sinceró el letrado.Este medio publicó ayer a grandes rasgos el caso que ahora investiga el magistrado José López, del Juzgado de Instrucción 7 de Posadas, que derivó en el allanamiento de tres supermercados orientales y la detención de sus responsables por no poder acreditar el origen de determinada mercadería, en el mediodía del último viernes.“Mi cliente tiene una pequeña empresa de transportes y lo contrataron para traer una carga de aceitunas marca “Lolita” desde Mendoza a Iguazú, mercadería destinada exclusivamente a exportación”, contó Gómez.En el relato, ya judicializado, el transportista le contó a la Justicia cómo fue que le robaron ese camión. “Venía por Córdoba y un grupo de delincuentes armados interceptó al camión y prácticamente secuestró al camionero. Lo llevaron hasta Santa Fe, donde bajaron al conductor y siguieron su camino”, reveló el abogado, quien aseguró que el monto en el que se vio perjudicado el transportista ascendería al menos al millón de pesos, entre el valor del vehículo siniestrado y el cargamento.Ante la noticia de lo que había sucedido, el transportista viajó al lugar de los hechos a buscar a su empleado y a radicar la correspondiente denuncia. “Se presentó ante la Policía en Córdoba y en Santa Fe. Radicó las respectivas denuncias en las dos provincias, aunque nunca más tuvo novedades del caso, al menos hasta hace pocos días”, dijo el letrado, quien confirmó que el robo de los “piratas del asfalto” fue perpetrado en febrero último.“Él nos comentó lo que había pasado, pero no había mucho que hacer. Hasta que hace unos quince días casualmente estaba en Candelaria, entró a un supermercado chino y se encontró con que en una de las góndolas había frascos y frascos de las aceitunas ‘Lolita’. Entonces, compró y le llamó la atención que no pasaron el producto por la registradora. Cuando mira bien el envase, nota que decía ‘para exportacao’ y ve el número de lote. Como había guardado el remito, más tarde confirmó que el envase que tenía en sus manos era parte de la carga que le habían robado”, relató Gómez.De inmediato, el empresario decidió consultar con el abogado y, tras el asesoramiento del caso, radicó la denuncia. Desde ese momento, el juez López inició las investigaciones y detuvo a tres supermercadistas chinos -dos de Posadas, uno de Candelaria- luego de allanar esos locales e incautar mercadería sin el aval correspondiente.Todavía sorprendido por las repercusiones que tuvo esa investigación, Gómez asegura que su cliente “no está asustado” y confía en que se pueda revelar todo lo que hay detrás de una causa que tendría ramificaciones en todo el país. Dos antecedentes, un solo “modus operandi”POSADAS. Es suficiente con buscar algunos minutos en Internet para dar con los casos más resonantes que guardan similitud con la investigación que por estos días lleva adelante la Justicia misionera.En ese sentido, el diario Ámbito Financiero publicó en su edición del 29 de junio de 2011 un operativo realizado en un supermercado chino del barrio porteño de Mataderos, donde la Policía incautó alrededor de 22 toneladas de azúcar robadas.En esa oportunidad, los uniformados de la Policía Bonaerense dieron con el importante cargamento que había sido denunciado como robado sólo tres días antes por “piratas del asfalto” que atracaron un camión en el barrio de Flores.Al parecer, esa vez un sistema de rastreo satelital le permitió a los policías esclarecer rápidamente el hecho, por el que fueron detenidos tres ciudadanos de origen chino, responsables del local donde se encontró la mercadería.Esa sería, en principio, la modalidad que generalmente relaciona a una fracción de supermercadistas chinos e inclusive, según relatan algunos, a integrantes de la denominada mafia china, presente en el país.Esas voces indican que los propios comerciantes de origen oriental financian a los “piratas del asfalto” y, además, adquieren la mercadería robada por un precio extremadamente bajo. Después, venden los productos con un porcentaje de descuento, aunque las ganancias crecen enormemente.En otro antecedente recordado por el volúmen de la mercadería incautada, las autoridades secuestraron casi 2 mil cajas de vino que habían sido robadas por un grupo delictivo en Solís, Buenos Aires, en enero de 2010. La mercadería siniestrada apareció al poco tiempo en un supermercado chino de Vicente López.Casos como estos se repiten en los últimos años y siembran las sospechas de los investigadores con respecto al hecho que vivió el transportista misionero.




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