POSADAS. La punta del ovillo de una mega organización criminal con presencia en todo el país parece haberse descubierto en las últimas horas en Misiones. Se trataría de una verdadera mafia que involucraría a un grupo de supermercadistas chinos y a “piratas del asfalto”, quienes trabajarían a la par para obtener rédito económico en base a maniobras delictivas.La investigación trascendió en las últimas horas y está en manos del magistrado José López, al frente del Juzgado de Instrucción 7 de la Primera Circunscripción Judicial, con asiento en Posadas, quien ayer ordenó diversos allanamientos y la detención de tres personas en averiguación del hecho.Al parecer, la relación entre los comerciantes orientales y los “piratas del asfalto” surgió luego de la denuncia de un empresario misionero que sufrió el robo de uno de sus camiones en Córdoba, meses atrás, pero que hace pocos días descubrió que parte de la mercadería que le habían sustraído estaba en un supermercado chino emplazado en Candelaria.La sospecha de la Justicia se centraría en los estrechos vínculos entre un grupo de supermercadistas orientales -quizás la comúnmente conocida “mafia china”- y “piratas del asfalto” a los que financiarían para que cometan diversos atracos con el fin de acceder a la mercadería siniestrada a muy bajo costo. De esa manera, las dos partes se aseguran su ganancia.El descubrimientoFuentes cercanas a la investigación del caso comentaron a PRIMERA EDICIÓN que todo comenzó a descubrirse algunos días atrás, cuando un empresario misionero del transporte de cargas se presentó en el Juzgado de Instrucción 7 de la capital provincial.El transportista inició su relato remontándose en el tiempo. Recordó que varios meses atrás, uno de sus camiones viajaba por Córdoba con mercadería exclusiva cuando fue abordado por un grupo comando de “piratas del asfalto”.Según la historia que en su momento le contó el camionero, se trató de varios delincuentes con armas de grueso calibre que lo interceptaron en medio de la ruta y, bajo amenazas, le sustrajeron el pesado vehículo. Al parecer, el camión transportaba mercadería por un valor cercano al medio millón de pesos. Los ladrones no titubearon en ningún momento y, junto con el rodado, se llevaron también la carga.El episodio le causó un importante daño económico al empresario, tanto por el camión siniestrado como por el perjuicio que significó perder unos 500 mil pesos en productos. No obstante, más allá de la bronca, jamás volvió a tener novedades del rodado, pero sí del cargamento que llevaba.Hace pocos días, el transportista entró a hacer las compras en un supermercado chino ubicado en el centro de Candelaria. Era un día más en la vida del empresario, hasta que una góndola le llamó la atención de sobremanera.No parecía real, pero lo era. En uno de los estantes encontró algunos paquetes que formaban parte de aquel cargamento sustraído por los delincuentes. ¿Cómo lo notó? En principio, porque se trata de una mercadería de exportación cuya venta está prohibida en el país.Todavía sin poder creerlo, tomó uno de los paquetes y se dirigió a la caja. Allí, su malestar se agigantó: cuando llegó el momento de que la máquina electrónica registrara el producto mediante el código de barras, la cajera salteó ese procedimiento esgrimiendo que era un producto en oferta y que, entonces, no hacía falta “digitalizar” esa compra.Incrédulo, el empresario salió del local comercial y se dirigió a toda prisa al Juzgado de Instrucción 7, donde relató lo sucedido y radicó una denuncia. De inmediato y con buen criterio, el juez López ordenó que se secuestre la mercadería en cuestión. Así fue como comenzó a descubrirse, detrás de esa historia, toda una mega organización delictiva con alcance nacional.Tres detenidosPortavoces cercanos a la causa explicaron la presunta mecánica con la que trabaja el grupo. Al parecer, un grupo de comerciantes orientales financia a los “piratas del asfalto”, que después le venden la mercadería robada a menos de la mitad del precio con el que se la consigue en el mercado.Ante esa ventaja económica, los supermercadistas venden los productos en oferta y amplían enormemente su margen de ganancia.Con elementos de contundencia, la Justicia misionera ordenó el allanamiento de tres locales chinos, dos en Posadas y uno en Candelaria. Efectivos de Investigaciones visitaron ayer los comercios y detuvieron además a los encargados de cada uno de esos comercios, en principio porque no pudieron acreditar la procedencia de determinados lotes de mercadería.La investigación continuaba anoche y en las próximas horas las autoridades aseguraron que podría haber novedades. Por ahora, lo cierto es que la causa generó revuelo y amenaza con traspasar los límites de la provincia y “explotar” en todo el país.





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