POSADAS. La educación inicial implica un desafío y un compromiso que se sustenta en una significativa responsabilidad y en la complejidad de las resoluciones adecuadas para organizar, de ese modo, las situaciones de enseñanza y favorecer los procesos de aprendizaje. Educar consiste en una tarea de sostén de un tiempo de espera, de un devenir que aún no ha llegado; educar en el presente, en el día a día, ubica a las docentes frente a la necesidad de imaginar a los niños y niñas, que arman las rondas o juegan en los parques, amasan, pintan, bailan, pelean o cantan en una temporalidad más larga. Imaginar qué podrán ser en el futuro, contornear un lenguaje de la posibilidad que se traduzca en la propuesta pedagógica es una tarea ineludible y principal de la educación inicial. Hoy se celebra el Día de los Jardines de Infantes y también el de la Maestra Jardinera, en homenaje a Rosario Vera Peñaloza, una educadora y pedagoga argentina, que nació en Atiles, provincia de La Rioja, el 25 de diciembre de 1873 y falleció el 28 de mayo de 1950.Rosario fue una niña huérfana, criada por su tía materna, quien le enseñó las primeras letras. Terminó sus estudios primarios en la provincia de San Juan y regresó a su provincia natal en 1884, ingresando en la Escuela Normal de La Rioja. Trasladada a la ciudad de Paraná, estudió profesorado, obteniendo el Título Superior de Enseñanza en 1894. En 1900 fundó el jardín de infantes anexo a la Escuela Normal de La Rioja, el primero de una larga serie fundados en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba y Paraná, abocándose al estudio de planes y programas de educación pre-escolar.En 1906 fue vicedirectora de la Escuela Normal de La Rioja, ocupando el mismo cargo en la Escuela Provincial “Alberdi”, de Córdoba, en 1907. Como directora de la Escuela Normal 1 de Buenos Aires, entre 1912 y 1917, sustituía a cualquier profesor que faltaba y más de una vez a los especialistas en Ciencias o Letras, con la ventaja de desempeñarse siempre como eximia pedagoga. Fue nombrada también inspectora de las escuelas municipales, además de dictar las cátedras de pedagogía y matemáticas en la Escuela Normal “Del Divino Maestro”, incorporada al profesorado de Lenguas Vivas. Recorrió Argentina impulsando la enseñanza popular, dictando cursos y conferencias y transmitiendo las nuevas técnicas en la creación de bibliotecas. Participó también del Primer Congreso Patriótico de Señoras en América del Sud, realizado en mayo de 1910 en Buenos Aires. En 1931 creó el Museo Argentino en el Instituto Félix Bernasconi, basado en la teoría pedagógica de Joaquín V. González: la Geografía como base de toda enseñanza, que, si bien fue resistida por sus pares, fue el motor que impulsó la creación del museo, al que dedicó 17 años de su vida en forma desinteresada y altruista. Fue condecorada por el Instituto Sanmartiniano por su “Vida del General San Martín” adaptada para los niños. En su memoria, la fecha de su fallecimiento fue declarada como “Día Nacional de los Jardines de Infantes” y “Día de la Maestra Jardinera”. Los autores Félix Luna y Ariel Ramírez compusieron una zamba llamada “Rosarito Vera, maestra”.Vera Peñaloza dio mucha importancia a la utilización de la mano como activadora de la función cerebral y como instrumento a través del cual el niño se expresa en forma creadora. Para ella el juego en el jardín de infantes adquiere un valor de estrategia casi excluyente y lo confirma cuando dice : “… es así como trabajamos, aunque parezca que jugamos”.





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