APÓSTOLES. A la hora de observar la realidad de la actividad comercial e industrial en la Capital Nacional de la Yerba Mate, se presenta una dinámica acelerada en los últimos años, reflejada en datos que dan cuenta de un crecimiento exponencial en la cantidad de comercios y emprendimientos de la pequeña industria que se han ido sumando al panorama apostoleño. Esta coyuntura permitió paralelamente la diversificación de rubros comerciales que históricamente escaseaban o bien no existían en la zona. La Cámara de Comercio e Industria de Apóstoles, por ejemplo, contabiliza hoy 160 socios -de los cuáles noventa son activos- cifra que representa una expansión notoria en relación a hace apenas seis años, cuando había menos de diez. Al mismo tiempo, el anhelado y tantas veces anunciado Parque Industrial sigue siendo una deuda pendiente, aunque hay que mencionar que existen gestiones en marcha para la instalación de un polo que podría derivar en la disponibilidad inicial de medio millar de fuentes de trabajo. La expansión de mediano y pequeños comercios en Apóstoles es un fenómeno que se ve reflejado tanto en la zona céntrica, como en los barrios, donde como contracara siguen existiendo muchos emprendimientos familiares -kioscos, tiendas de ropa, gastronómicas, etc- que no consiguen sostenerse por demasiado tiempo. También se muestra como un rasgo característico, la continuidad de proyectos comerciales tradicionales que los hijos heredan de sus padres, en muchos casos comercios con décadas de historia y de fuerte arraigo en la población local. Otra cuestión que advierten tanto comerciantes como el propio titular de la Cámara de Comercio de Apóstoles, Eduardo Fernández, es un fuerte incremento en la irrupción de numerosos casos -antes casi inexistentes- de robos a comercios en los últimos tres años. De estos asuntos y otros, dialogó PRIMERA EDICIÓN con distintos actores del espectro comercial apostoleño. Crecimiento exponencialA mediados de este año, la Cámara de Comercio e Industria de Apóstoles convocará a elecciones de autoridades. Este año no se presentará quien desde hace cinco años viene resultando electo anualmente en el cargo máximo de la institución, el presidente Eduardo Fernández. “Creo que es sano para cualquier organismo dejar lugar a los jóvenes que vienen con nuevas ideas, oxigenar la institución”, afirmó.“Cuando tomé el cargo la Cámara no tenía espacio propio. En sus 35 años de historia, siempre había alquilado o funcionado en lugares prestados. Logramos hacer un convenio con la Municipalidad y en dos años pudimos levantar nuestro propio espacio. Ahora ese lugar es patrimonio de la Cámara, una propiedad valuada al menos en 300 mil pesos. Cuando empecé había una deuda de entre 12 mil y 14 mil pesos, que hoy ya la hemos cancelado totalmente, no hay deudas y tenemos todos los balances correctamente” remarca Fernández, haciendo un balance, de una gestión que se encontró además en sus inicios con muy pocos asociados. “Casi no había socios. Y hoy estamos en los 160 socios, y con la idea de ampliar ese número a partir de un proyecto que prevé la posibilidad de asociar a particulares que no sean comerciantes pero que quieran acceder a los beneficios con los comercios y de este modo apoyar a la actividad aún siendo clientes”, añadió acerca de una idea que avanza en el seno de la Cámara. Sobre la aparición creciente de nuevos emprendimientos en la ciudad, Fernández destacó que “existe un crecimiento exponencial en los últimos años. Podría citarse como referencia, que hace cinco años no existía ninguna de las cadenas mayoritarias, y hoy contamos con tres (Ribeiro, Musimundo y Cetrogar), en cuanto a supermercados hoy son ocho cuando hace cinco años teníamos dos. Había hace pocos años menos de diez tiendas hoy hay cien. Se sumaron muchísimos proyectos al mapa comercial”. IndustriaEn cuanto al sector industrial, reflejó Fernández que “se desprende los relevamientos que hacemos conjuntamente con el municipio, la instalación de muchos aserraderos en la zona, carpinterías, y la presencia de industrias que están dentro del ejido urbano y por eso es importante poder concretar el Parque Industrial”. El proyecto del Parque Industrial en Apóstoles contempla a grandes rasgos un espacio conjunto para pequeñas y medianas industrias donde éstas se vean beneficiadas por la gestión conjunta de un predio en común. “Hay negociaciones con dos aserraderos de Córdoba, también la empresa La Cachuera tiene interés en un aserradero, y hay varios proyectos más interesados. Queremos beneficiar a la gente de la zona sobre todo, no nos interesa que vengan grandes empresas a quedarse con el Parque Industrial y nosotros tengamos que quedarnos mirando. Hay que pensar además la situación geográfica estratégica de Apóstoles, que cuenta con una estación ferroviaria que daría la posibilidad de la distribución de los productos fuera de la provincia, entre otros beneficios”, explicó Fernández. EmprendedoresEntre los comercios tradicionales de Apóstoles que en menor o mayor medida están siendo hoy conducidos por los hijos de los dueños originales, se cuentan proyectos de gran envergadura como La Cachuera, y otros típicos como El Corralón de López, el Kiosquero, Surcan, Pareja Real y la Heladería San Remo. Estela Gauto y Marcelo de Lisio conforman una joven pareja de emprendedores que además de gestionar la clásica heladería artesanal San Remo (con más de treinta años de historia, conocida en el rubro por ser pionera en la elaboración del sabor yerba mate), acometieron desde hace dos meses una nueva empresa, del rubro librería escolar y de lecturas. “Es frecuente en Apóstoles que los hijos tomemos las riendas de los comercios que nuestros padres llevaron adelante por años”, explicó Estela, a tiempo que Marcelo, consultado al respecto de las variables en los costos mensuales de los comercios, respondió que “en nuestro caso, estamos hace dos meses, y ya notamos aumentos en los productos que necesitamos. Con la inflación se dificulta predecir y en algunos casos obliga a la suba de precios, hay que buscar el equilibrio todo el tiempo”. El barrio Andresito, uno de los más grandes y conocidos de la ciudad, también vio incrementarse en los últimos años la cantidad de pequeños comercios. En los últimos seis meses, se sumaron dos ferreter
ías, una farmacia, varios kioscos y un negocio gastronómico. “Hay barrios que están alejados del centro donde la falta de ciertos rubros representa una posibilidad para los emprendimientos. Nosotros, por ejemplo, observamos que acá en Andresito no había donde comprar pizzas, empanadas, todo lo que es ese rubro, y decidimos apostar por eso”, indicó una comerciante de ese barrio.





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