Posadas. La violencia familiar y las necesidades básicas son en la mayoría de los casos los motivos por los cuales los niños abandonan sus hogares y se refugian en las calles de la ciudad. Muchos cansados del maltrato de algún pariente deciden no regresar nunca a sus casas. Son niños, el más chico, con apenas siete años encontró refugio en alguna vereda acogedora y enseguida arma “grupo” con otros en situación similar. De día se “rebuscan” para comer y de noche se cubren con frazadas, cartones para pasar la noche. Las operadoras de calle del área de Desarrollo Social de la Municipalidad son cuatro, las que diariamente recorren el centro, las avenidas, la zona de La Rotonda y la terminal de ómnibus. Las cuatro son mujeres y trabajan siempre en grupo, buscan llegar a los chicos y adolescentes, pero también saben cuáles son los límites, ya que muchos se molestan, al principio siempre son reacios y nunca cuentan todo. Las mujeres que prefirieron el anonimato contaron que salen a las 7 a recorrer los lugares que ya fueron identificados como los “elegidos” por los niños que pasan la noche fuera de su casa, entre los que se encuentran la calle San Martín, cerca del tragamonedas, la vereda del Banco Nación, la avenida Corrientes y Bolívar, donde duermen y arman sus camas con cartones y algunos tienen sus frazadas. Siempre en grupo, también las operadoras se mueven para evitar riesgos. “Nosotros generalmente les despertamos, esperamos que nos hablen y si no quieren los dejamos, porque muchas veces siguen bajo los efectos de alguna sustancia y además tienen su ‘protección’”, indicaron en referencia a algún arma, generalmente destornillador. Entre quince y veinte son los chicos y adolescentes que están identificados por la Municipalidad, de siete años en adelante, quienes buscaron en la calle quizás un poco de “alivio” a la violencia que sufren en sus casas. Las mismas operadoras de calle señalaron que no entienden a muchas madres que ni siquiera se preocupan por dónde están sus hijos. “Nosotras les hablamos como si fueran nuestros hijos, ellos necesitan amor, contención y de a poco se van soltando, contándonos lo que les pasa”, relataron. Asimismo, lamentan escuchar de ellos los malos tratos que reciben o recibían en sus casas de padres, padrastros o tíos, y aseguran que “no van a volver nunca a sus casas”.“Nosotros les preguntamos si en la calle están mejor y reconocen que también sufren, pero de igual manera, insisten en que no quieren volver o que regresarán el día que la persona que les hace daño ya no esté”, señalaron. La tarea de las operadoras de la Municipalidad es llevar un registro y dar aviso a los trabajadores del Hogar de Día, quienes se acercan y también en general los tienen identificados en el marco de las actividades que realizan. Las mujeres, todas madres, también contaron que muchas veces los chicos no se logran despertar, pues se encuentran bajo los efectos de alguna sustancia. En general, indicaron, fuman mucho y “tienen sus latitas (de pegamento)”. Entre los que viven en la calle, porque también hay algunos que de día deambulan, no todos aceptan ir al Hogar de Día, pues prefieren quedarse en las avenidas “para hacer sus monedas para comer o porque tampoco aceptan la disciplina”. Agregaron que están contentas con el proyecto del Hogar de Noche para chicos que impulsa la Catedral, pues de esta manera evitará que los niños estén expuestos a los peligros de la calle y más en horas de la noche. Avanzan las tareas para el hogar de nocheLas tareas para la apertura del hogar de noche, impulsado por la iglesia catedral, que se abrirá con la colaboración de la Municipalidad, avanza y esperan concretar los trabajos para los primeros días de junio. El lugar, donde se están realizando algunas refacciones, se encuentra sobre la avenida Roque Pérez, entre San Luis y Junín. El objetivo es atender a aquellos menores en situación de calle, primero a los más pequeños, que no se encuentran judicializados. El padre Alberto Barros comentó que el proyecto va tomando forma y con el equipo técnico de la Municipalidad se está avanzando en la implementación y resolución de algunas cuestiones legales para la contención de los niños. Asimismo, ya se realizaron reuniones en las que participó gente del hogar de día, para que la tarea sea articulada y sirva como respuesta a las necesidades de los menores desamparados. Barros señaló que realmente hay casos de niños que dicen que “ni remotamente volverán a sus casas” porque fueron víctimas de violencia. El padre destacó el interés de muchas instituciones y que de a poco se está conformando un equipo de gente que quiere colaborar realizando actividades recreativas para brindar a los niños que se alojen en el lugar. El hogar de noche también sería un espacio para alojar a aquellos menores perdidos, hasta que se ubica a sus familiares, o quienes llegan con parientes que se quedan en el hospital y no tienen dónde pernoctar. Desde la Municipalidad señalaron que muchos de los chicos de la calle provienen de barrios periféricos.





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