MÉXICO DF (Agencias). La discusión en torno a los cada día más populares escalafones universitarios se remonta a la Conferencia Mundial sobre la Educación Superior, que se realizó en París en 2009, en la cual las máximas autoridades académicas dejaron ver su malestar y se pronunciaron en forma crítica frente a la opción de construir o utilizar rankings como un medio para evaluar el desempeño de los sistemas, instituciones y programas universitarios. Para las autoridades de más de setenta universidades públicas y privadas de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú, República Dominicana, Venezuela, México y Argentina es claro que “se tiene la impresión de que los rankings constituyen fuentes de información que permiten establecer comparaciones y evaluaciones, tanto de cada universidad en particular como del sistema en su conjunto. Los rankings son sistemas de clasificación jerárquica y no sistemas de información, un motivo por el cual no proporcionan elementos de juicio válidos sobre el desempeño de las universidades”, explicaron luego de que las casas de altos estudios de los citados países fueran calificadas con los puestos más bajos en la lista.





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