SANTIAGO, Chile (AFP-NA). Los cerca de mil desaparecidos que dejó la dictadura de Augusto Pinochet están en un limbo jurídico: para todos los efectos legales están vivos, tanto que fueron convocados a votar en las próximas elecciones, mientras familiares exigen el establecimiento de un estatus especial que reconozca la desaparición forzada de personas.Sin certificado de defunción, la mayoría de desaparecidos que dejó los 17 años de dictadura de Pinochet están legalmente vivos. De hecho, 794 víctimas fueron convocadas a votar en las próximas elecciones municipales de octubre, tras la entrada en vigencia de una nueva ley que estableció la inscripción automática al padrón electoral de los mayores de 18 años. A veinte de ellos incluso el Servicio Electoral (Servel) alcanzó a despachar cartas en las que se notificó el lugar y la mesa en la cual deberían votar En un comunicado, el Servel explicó que el proceso se realizó de forma automática, al “no tener este servicio la facultad de inscribir de oficio la defunción de una determinada persona”, en medio de un revuelo que dejó en evidencia el limbo legal en el que a casi cuarenta años del golpe están los desaparecidos. “Para efectos legales, los detenidos desaparecidos están vivos”, explicó a la AFP el diputado del Partido Comunista y abogado de derechos humanos, Hugo Gutiérrez. “Esta polémica demuestra que Chile no ha enfrentado como corresponde la desaparición forzada de personas”, agregó el jurista. Esa condición tiene implicancias prácticas, como no poder dejar constancia en el censo de población -que actualmente se lleva adelante- de que el esposo o el hijo permanecen desaparecidos.





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