OBERÁ (Corresponsalía). El accionar de las patotas acecha y causa preocupación en distintos barrios de esta ciudad. El fin de semana se registró un nuevo caso de violencia contra un grupo de jóvenes en cercanías de un conocido local bailable ubicado sobre la avenida Andresito.Concretamente, tres menores fueron atacados el fin de semana por una patota compuesta por más de diez jóvenes que le robaron y golpearon.Un padre que prefirió mantener en reserva su nombre por miedo a represalias -lo que demuestra el miedo que infunden las patotas en esta ciudad- relató: “El sábado a la madrugada recibí el llamado de mi hijo que me pedía que lo vaya a buscar porque junto a otros chicos habían sido atacado por una patota cuando salían del cumpleaños de una amiga en el Parque de las Naciones”. “Salieron de la fiesta y fueron inocentemente a buscar un remís por la avenida Andresito, porque en un local bailable ubicado por esa arteria suelen parar los remises. Al acercarse al lugar fueron interceptados por unos quince chicos o muchachos que los atacaron”, contó.En su testimonio el preocupado padre apuntó que “dos de los chicos lograron escapar porque corrieron. Uno fue golpeado”, comentó. A la vez, describió que “para nosotros, los padres, el momento fue muy desagradable y el susto muy grande, siempre les decimos a los chicos que tengan cuidado, que no anden caminando solos a la noche”, manifestó.Según pudo averiguar este diario el hecho sucedió cerca de las 6. “Yo no creo que sea por robo, la plata que tenían y los celulares se los dieron a los muchachos. Sin embargo, fueron atacados igual; el hecho es de violencia pura”, agregó el padre.Aunque oficialmente no se informó nada al respecto, el progenitor de uno de los jóvenes atacados sostuvo que “los chicos creen que sus agresores estaban en estado de ebriedad. Ellos escaparon de los atacantes y corrieron hasta una panadería que está ubicada por la avenida Libertad y le pidieron auxilio a un policía. Gracias a eso vino un patrullero, porque los integrantes de la patota los siguieron. Tres de los chicos fueron detenidos, son dos menores y un mayor”, contó.De acuerdo al relato que efectuaron los jóvenes a sus padres y a la Policía, primero los agresores “se acercaron y pidieron plata, luego los celulares, más tarde comenzaron a insultarlos y a pegarles”, según el relato del padre que dio testimonio. Los hechos se reiteranEn declaraciones públicas recientes, la jueza de Paz de Oberá, Malena Brodsky, reconoció el accionar de las patotas en barrios de esta ciudad y aplicó con rigor lo que está previsto en el Código de Faltas de la provincia de Misiones.La funcionario judicial indicó que “a diferencia de otros hechos contravencionales que ocurren diariamente, cuyos expedientes llegan al Juzgado, en el caso de un grupo de muchachos de Villa Cristen que actúan en patota molestando a los vecinos existía un agravante y es que se reiteraban los hechos cometidos por ellos y con varias faltas, se juntaron varias sanciones”. “Intentamos resguardar a las personas, más aun en caso de menores, dándoles tareas comunitarias o fijando una multa, pero en esta situación se decidió darles la sanción más severa del código de faltas, que es treinta días de arresto”, comentó.Brodsky admitió que “si bien en esos treinta días de detención bajó mucho la cantidad de hechos de este tipo no sólo en ese barrio sino en otros, también se notó el efecto de la medida, que se aplicó por primera vez”. De todas maneras, la funcionaria judicial reconoció que “el arresto no garantiza que los chicos cambien su forma de actuar” y añadió que “inclusive en estos días encontramos a la misma patota con algunos integrantes más y por dos días estuvieron detenidos. Evidentemente es el mimo grupo que sigue actuando de la misma manera”.





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