SINALOA, México (AFP y Agencias). “Mientras los hombres sigan matándose entre ellos, cada vez habrá más mujeres”, asegura el periodista mexicano Arturo Santamaría Gómez. En el estado de Sinaloa hay una “cultura ancestral” del narcotráfico. El periodista, coordinador del libro “Las jefas del narco: el ascenso de las mujeres en el crimen organizado”, editado por Grijalbo, habló con la agencia de noticias DPA sobre la obra. Se trata de una compilación de textos escritos por estudiantes de periodismo y jóvenes académicos, quienes en la región de Sinaloa, en el noroeste del país, fueron en busca de los testimonios de las mujeres que relevaron a sus maridos, hermanos y padres en el crimen organizado. Son mujeres fuertes, que portan armas, no ocultan la obsesión por el poder y el dinero y están dispuestas a pagar el alto precio de sangre y muerte que trae aparejado su desempeño en el mundo del delito.“En Sinaloa, un lugar sólo comparable con Sicilia, en Italia, con Cali o Medellín, en Colombia, hay una cultura ancestral del narcotráfico. Los testimonios recogidos en el libro son de primera mano. Todos hemos conocido a algún narcotraficante, abundan en nuestra zona, son nuestros vecinos”, revela Santamaría en diálogo con DPA. “Hay cosas que salen más caras que el avión con el que me muevo, mis casas, mis cuentas, lo que traigo puesto. Nada es gratis y aquí nada es fácil tampoco”, dice una jefa del narco en una entrevista realizada por el joven periodista José Cisneros.





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