POSADAS. Los condimentos musicales para la noche del sábado fueron muchos y variados, es que el cantautor Pedro Aznar dio cátedra de calidad melódica en el auditórium del Instituto Montoya. A mitad de una gira que lo llevará por cien lugares distintos del país, el músico llegó con su banda para presentar “Ahora”, el último trabajo discográfico. Entrelazando algo de hip hop, rock y baladas, Aznar volvió a conquistar a Posadas con un público que por momentos ovacionó, cantó y hasta se serenó con esa sublime propuesta en la que doce canciones invitaron a recorrer el interior de un artista íntegro y lleno de sentimientos. Puntual y respetuoso de sus seguidores, a las 22, se corrió el telón con una banda que ya sonaba mientras el público fascinado aplaudía. Perfilando la noche perfecta, muchos comenzaron a tomar dimensión de que algo mágico estaba por suceder… es que Pedro Aznar siempre tiene preparada bajo la manga o en sus cuerdas de bajo y guitarra alguna sorpresa, un bonus que se convierte en ovación. Entre canciones como “Quiero decirte que sí”, “Pensaba en vos”, “Ruinas sobre ruinas” y “Rencor”, se fue mostrando esa nueva placa que contiene doce canciones compuestas hace un año. “En otoño, hace un año, regreso con mis canciones terminadas”, dijo metafóricamente el músico. Entre el público se oyeron palabras de reconocimiento, pedidos de algunos clásicos que fueran interpretados con el “Flaco” Spinetta -un ángel que estuvo presente en cada nota de las canciones-. Pero Pedro prefirió sostener su humilde homenaje a Gustavo Cerati, alguien que necesita del cariño de todos para salir adelante. “Lisa tiene un amor de ultramar, brilla en la oscuridad. Su sabor a la primera vez le hace volver a aprender… a respirar…”, comenzó a cantar Pedro y el público lo ovacionó. Con la canción “Lisa”, de Gustavo Cerati, consiguió que también él formara parte de ese gran recital. Una voz inoxidable y el talento de sobra lograron arrancar del asiento a más de uno, tanto en el momento en que dio una lección de cómo ejecutar el bajo y hasta aquel en que la guitarra también parecía cantar junto a su voz. Cada momento de la noche tuvo una cuota de color, de sabor y dejo nostalgia… así como fue el instante de interpretar esa sentida canción de Elton John: “Ya no hay forma de pedir perdón”, que el público acompañó con los coros y en las estrofas que envolvieron el auditórium de una manera inexplicable. Hablando del tiempo de vivir, que es hoy, Pedro Aznar cantó esa explosión de poesía que es su tema “Ahora”, inspirador del nombre de su nuevo trabajo discográfico. Antes de comenzar a cantar pidió al público que escuche la última nota: “Es la nota más larga de todas mis canciones, tal vez un récord para mi…”. Y así fue, esa última nota que parecía apagarse con las luces del escenario fue robando hasta la respiración de la gente. Aunque es notable, también, como muchos irrespetuosos o creídos graciosos -que no supieron apagar sus celulares o que conversaron durante ese momento- no supieron valorar ese instante tan íntimo. Como un bis del final, Aznar y su banda sentados al pie del escenario compartieron con guitarras y charango en mano la versión sin amplificar de “Hydra”, para terminar con toda la energía de una banda que hizo sonar tambores taiko y de metal, bajo, percusión con tubos, sintetizador, guitarrón, guitarra slide, guitarra acústica, guitarra barítono y mucho virtuosismo para un grupo que siempre da ganas de volver a escuchar.





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