POSADAS. ¿Qué ocurre en el cerebro de un niño que está aprendiendo a leer? ¿Qué regiones del cerebro se activan al momento de escribir, sumar o restar? ¿Qué rendimiento tiene un estudiante si no ha desayunado o está mal alimentado?La neurociencia puede aportar herramientas clave a los maestros para mejorar la enseñanza, porque comprendiendo cómo funciona el cerebro en el aprendizaje el docente puede adecuar su planificación curricular y comprender las dificultades del aprendizaje.“En la educación actualmente se trabaja sin tener en cuenta las bases neurobiológicas -anatómicas, funcionales y moleculares- del aprendizaje y la conducta, sin embargo, conociéndolas, los docentes pueden favorecer el aprendizaje, adecuando el currículum escolar y sus propias prácticas en el aula”, destacó Cristina Martin a PRIMERA EDICIÓN, licenciada en Genética y coordinadora de la especialización Superior en Educación Común y Especial basada en Neurociencias, de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, que comenzará a dictarse el 13 de junio.La propuesta, destinada a docentes de todos los niveles educativos y a profesionales, aborda el proceso de aprendizaje normal y de los trastornos del mismo, como puede ser dislexia o alexia -dificultad en la lectura-, discalculia -dificultades en el aprendizaje de las matemáticas-, Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD) y del Espectro Autista (TEA), etcétera. Así, en sus dos años de duración, con un título intermedio en la mitad del trayecto, el postítulo desarrolla contenidos sobre inteligencias múltiples e inteligencia emocional, relojes biológicos, incidencia del contexto socioambiental, la desnutrición y la pobreza en el aprendizaje, entre otros.El rol docenteEl doctor Hugo Gómez Demaio, quien también integra el plantel docente del postítulo, expresó que “hace treinta años existen las imágenes diferenciales del cerebro que se pueden obtener por medio de resonancia magnética. Entonces se puede observar cómo está funcionando el cerebro y definir si el problema de aprendizaje consiste en un déficit de atención o es una dislexia, por ejemplo”. Y remarcó que el diagnóstico es clave, “ya que el tratamiento, la didáctica, pedagogía que se desarrollará con ese chico serán distintas en cada patología”.Ante los estudiantes con trastornos de aprendizaje, el docente no será el encargado de diagnosticar la patología, sino que conociendo el funcionamiento del cerebro será el eslabón principal cuyo rol será detectar que algo no está funcionando normalmente en el proceso de aprendizaje del niño. Entonces acudirá al psicopedagogo de la escuela o al docente de educación especial y a partir de ahí, junto a los padres, acompañar el diagnóstico que estará a cargo de especialistas de la salud.En los casos normales, los docentes podrán diseñar nuevas estrategias de enseñanza, teniendo en cuenta los procesos neurológicos, con lo cual el rendimiento y motivación de los estudiantes podrá ser mayor. Aquí destacaron que “el cerebro aprende por gratificaciones, es decir, que los mecanismos punitivos, como los aplazos, castigos, penitencias, que se siguen usando, en realidad no aportan al aprendizaje”. Déficit atencionalEn relación al déficit de atención, los especialistas remarcaron que se suele pensar que es la incapacidad de concentrarse en algo, pero en realidad lo que ocurre es que el niño no tiene capacidad de seleccionar los estímulos y aislar o inhibir el resto de ellos -por ejemplo, poder leer mientras la maestra habla. Un chico le explicaba al papá “me vienen todas juntas las imágenes” y esa es la descripción, porque no pueden seleccionar los estímulos por déficit de un neurotransmisor- la serotonina, sustancia que está entre las terminales de las neuronas y que permite que los impulsos eléctricos pasen de una neurona a otra. Como el niño no puede seleccionar los estímulos intenta resolverlos todos a la vez sin poder estar mucho tiempo -apenas un par de minutos- concentrado en una actividad. “Un docente que no conozca los elementos básicos del funcionamiento del cerebro, en lugar de ver un posible trastorno de aprendizaje, podría estar recurriendo a los aplazos, sanciones, llamados de atención, a decir que el chico es maleducado, lo cual excluirá al niño de la posibilidad de un tratamiento”, destacó el doctor Luis Esquivel, docente del equipo. Es decir que con los conocimientos aportados por la neurociencia, el docente podría hacer la diferencia. Una vez que se obtenga el diagnóstico, si se trata de déficit de atención, hay toda una serie de ejercicios que la maestra va incorporando. Y, según el caso, se medicará para subir la producción serotonina a niveles normales, para lo cual no se usa un depresor -medicamento con efectos sedantes- sino un estimulante de producción de esta sustancia.Cambio paulatino pero constanteLa neurociencia en el mundo comenzó a desarrollarse más intensamente hace unos treinta años. No obstante, recién en la década del 90 se realizaron las mayores inversiones económicas para investigar sobre el tema -sobre todo en las universidades de Estados Unidos- de allí que se haya denominado a esos años como “la década del cerebro”.En Misiones, este equipo de docentes que trabaja en la carrera de Educación Especial de la FHyCS comenzó a trabajar en esta área hace unos diez años. “Empezamos con cursos en que participaron muchos docentes. Vemos que tienen una verdadera pasión por su trabajo y quieren mejorar su práctica. Participaron fonoaudiólogos, profesores de Educación Física, docentes de todos los niveles”, destacó Martin, señalando que “todavía falta instalar esta temática en la estructura del sistema educativo”. “Hemos hablado con los directivos de los Institutos de Formación Docente (ISFD) locales para que incorporen estos contenidos en el trayecto y esperamos que avance la propuesta. Es muy importante porque el docente que está aprendiendo a enseñar incorpore estos elementos -de conocer los procesos de aprendizaje desde el nivel procesos neuronales- ya en esa instancia”, agregó Martin. Inscripciones al cursoEl postítulo docente que otorga la Facultad de Humanidades (UNaM), a través de la Secretaría de Extensión y Vinculación Tecnológica, se denomina “Educación común y
especial basada en Neurociencias”. Comenzará a dictarse el 13 de junio, de 18 a 22, en el Círculo Médico (Rivadavia 1979, Posadas) y continuará el segundo miércoles de cada mes. En Montecarlo y Leandro N. Alem se dictará el primer sábado de cada mes, de 8 a 13 y de 15 a 20, respectivamente. Los segundos sábados de cada mes tendrá lugar en el Hospital Escuela de Corrientes. También habrá una versión on-line en un aula virtual con dos clases presenciales.Las inscripciones están abiertas. Más información a [email protected], al (0376) 154720648 o en la web www.neuroeducar.com.ar





Discussion about this post