POSADAS. El padre Juan Pielski llegó al país en el 2008. Luego de estar tres años dedicandose a su oficio en Santo Pipó fue trasladado por el Obispado a una flamante Parroquia en el populoso barrio A-4 de Posadas, donde al igual que muchos vecinos fue víctima de la inseguridad (en tres ocasiones). Esta situación lo llevó a entrevistarse con el Obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, a quien le confió la “grave problemática en dicho asentamiento habitacional”. Decidido a no abandonar a sus fieles, el sacerdote expresó a PRIMERA EDICIÓN que “jamás pensó en solicitar un traslado, si bien al llegar a esta nueva parroquia admito que tuve cierto temor. Lamentablemente en este barrio hay mucha pobreza, muchos jóvenes con el problema de adicción a las drogas. Es algo terrible, con lo que se está luchando. Incluso ocurrió la triste muerte de un joven en un episodio de violencia. Sin embargo, la inseguridad golpea cuando uno menos lo espera. El pasado jueves me robaron por tercera vez en menos de diez meses en la parroquia (San Roque González de Santa Cruz). En dos ocasiones los ladrones rompieron el vehículo que nos cede el obispado y sustrajeron numerosos elementos de su interior, mientras que el tercer robo fue a un sacerdote que estaba de visita, oriundo de la provincia de Buenos Aires”, explicó. Seguidamente el cura señaló que “en este último hecho delictivo tuve algo de ‘suerte’, ya que él o los autores arrojaron mi billetera con los documentos adentro y una señora la encontró en la plaza de enfrente. La vecina observó que me pertenecían y gentilmente me los devolvió. Se llevaron 300 pesos que tenía y varios elementos de adentro del Fiat Uno de color blanco del obispado, al que le destrozaron un burlete para poder acceder. Como no tenemos garage saltan los muros y rejas, casi siempre de madrugada y cuando todos descansan. Me llevaron esta vez la rueda de auxilio, un gato, el matafuego, la billetera con dinero y documentos. Quienes hacen estas cosas son muy silenciosos, por eso aprovechan la oscuridad de la noche”. El damnificado radicó la denuncia en la comisaría Decimoprimera, por jurisdicción.





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