LONDRES, Inglaterra (Diarios Digitales). La ausencia de la reina Sofía en el almuerzo del Jubileo de diamantes de Isabel II dejó paso a una notoria y contestada presencia entre los 26 monarcas invitados: la del rey de Bahrein Hamad bin Isa al Jalifa, recibido a los gritos de “asesino” y “dictador” de camino hacia el castillo de Windsor, publicó El Mundo de España. Mientras los miembros de la realeza mundial colapsaban las carreteras de salida de Londres con sus respectivos séquitos, el activista Peter Thatchell se desmarcaba abiertamente de los fastos y lanzaba su dedo acusador contra el palacio de Buckingham: “Es lamentable que la Reina invite los tiranos reales. Los monarcas de Bahrein, Brunei, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Swazilandia nunca deberían ser agasajados en una democracia”.Decenas de manifestantes han acudido a la embajada de Bahrein en Londres para protestar contra la invitación a Hamad al Jalifa y contra la brutal represión de la democracia en la perla del Golfo Pérsico.Ante la escalada de las protestas y el silencio de Buckingham, el Foreign Office justificó la invitación alegando que el “compromiso” del monarca con las reformas y la buena relación entre los dos países.Las protestas se han dirigido también contra Mswati de Swazilandia, el rey polígamo, que pudo ver desde su ventana en el hotel Savoy la vigilia convocada por los exiliados del pequeño país africano, indignados por su presencia en Londres con su séquito de treinta personas. “¡Déjales comer mierda de vaca!”, podía leerse en las pancartas de protesta, denunciando la extrema pobreza y los altísimos índices de Sida en el país africano, en contraste con los excesos y los abusos de los derechos humanos de su anacrónico monarca.Mal comienzan pues los fastuosos preparados con motivo del 60 aniversario en el trono de la reina Isabel II.





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