RANANIA, Alemania (AFP y Agencias). La reelección de Kraft como primera ministra en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia con casi un 39% de los votos y la debacle de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel, que obtuvo su mínimo histórico con menos de un 26%, tienen su proyección nacional.El “Land” en el oeste de Alemania es el más poblado del país, con 18 millones de habitantes, y sus comicios suelen interpretarse como un termómetro electoral para las generales. El debate sobre el futuro de Kraft en Berlín quedó abierto de inmediato. “Hoy comienza la carrera por la Cancillería”, titulaba Bild, el diario más leído de Alemania. “Si Kraft se acerca a la marca del 40% de los votos, será inevitable que tenga que aceptar la candidatura de canciller por parte de los socialdemócratas del SPD”.El diario Handelsblatt destacaba que los tres posibles candidatos que manejaba hasta ahora el SPD -Sigmar Gabriel, Peer Steinbrück, Frank-Walter Steinmeier- no ganaron nunca una elección. “Ninguno es de verdad peligroso para Merkel. Pero Hannelore Kraft sí lo es”. El propio Gabriel, jefe del partido, reconoció que “por supuesto” el SPD toma en cuenta a Kraft para 2013. “Un resultado tan convincente la convierte automáticamente en posible candidata”. Kraft, cuyo apellido significa “fuerza” en alemán, tiene una biografía clásica de los líderes socialdemócratas. Nacida en una familia humilde de la cuenca del Ruhr y primera de su familia en terminar el bachillerato, se diplomó en Economía e inició su carrera como asesora empresarial antes de ingresar al SPD en 1994. Su ascenso en el partido la llevó a ocupar diversos ministerios del “Land” y en 2010 se convirtió en primera ministra regional al frente de un gobierno en minoría con los Verdes. En marzo aprovechó las dificultades para sacar adelante los presupuestos de 2012 y convocó las elecciones adelantadas celebradas ayer. A sus cincuenta años, Kraft comparte con Merkel el factor sorpresa de ser mujer.





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