POSADAS. “Tras los pasos” es el nombre del segundo trabajo discográfico de Los Hermanos Britez, que lo presentarán oficialmente el sábado, a las 21.30, en el auditórium del Instituto Montoya. Se presentarán además Juan Carlos Yensen, Santiago Bocha Scheridan, González Rodríguez, Mario Suarez, Mauro Bonamino, Gabriela Faviero y otros artistas. Luego de su primer éxito, “Anhelos”, los hermanos Alan y Nazareno fueron tomando vuelo, tanto en lo musical como en convocatoria, consagrados en el Festival del Litoral y ovacionados en el Festival Nacional del Chamamé, comenzaron a recorrer un camino de presentaciones que se sellaron con el chamamé tradicional que los identifica. En ese camino al que acompañaron grandes músicos y amigos, fueron impregnado muchas más melodías y puliendo talento. Hoy, ya no con el “anhelo” de ser músicos para su abuela, estos hermanos presentan “Tras los pasos” y tal como lo señaló su padre, Orlando, “siempre apostando a más y subiendo escalones”. Del segundo disco participan Bruno Mendoza, en bandoneón; Juan Hipólito Benítez, en bandoneón; Juan Carlos Jensen, en el recitado del tema número uno; Fabio Acevedo, en guitarra; Francisco “Pancho” Villasanti, en contrabajo; Mario Bofill, voz del tema siete; Santiago “Bocha” Sheridan, en voz del tema diez; y Mario Suárez, en voz del tema tres y cinco.El disco que fue grabado en Corrientes capital, contó con la producción de Abraham Helu, quien además escribió en su portada “que lindos son esos pasos que cada músico va marcando, aquellos que ya no están y que marcaron y estos grandes en sus huellas bien marcadas… Que lindo cuando de nuestra querida Misiones vienen marcando respeto con bandoneón y guitarra, como el caso de Alan y Nazareno…”.Este escrito marca la importancia que cobró la música de estos jóvenes músicos, Corrientes los acuna como si fueran sus propios hijos y Misiones los bendice por tanto talento. Con producciones propias, otras de grandes como Isaco Abitbol o Pedro Montenegro, van recorriendo un disco que lleva catorce temas para recordar que el chamamé se hace canción en las manos de Alan y Nazareno, que con guitarra y bandoneón hacen posible ese sueño de marcar pasos firmes en su andar.




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