NUEVO LAREDO, México (Diarios Digitales). La buena noticia es que el índice de homicidios muestra signos que permiten pensar que la escalada violenta en México se ha ralentizado. La mala es que esas cifras son números que palidecen ante los montones de asesinatos que ocurren cotidianamente en distintas partes del país, escenas como la de la madrugada del viernes en Nuevo Laredo, Tamaulipas, donde los cuerpos de nueve personas fueron colgadas de un puente de esa población fronteriza, tétrica imagen que fue seguida del hallazgo horas más tarde de 14 cuerpos mutilados.Autoridades militares y civiles informaron que los cuerpos de las nueve personas colgadas la noche del jueves en el puente del Libramiento Luis Donaldo Colosio corresponden a cinco hombres y cuatro mujeres. Los cadáveres mostraban signos de tortura y algunos estaban con los ojos vendados. Junto con los cuerpos se encontró un mensaje, supuestamente dejado por el Cartel de Los Zetas, y en el que se dice que mataron a esas personas en represalia por “calentar” la plaza, es decir por atraer la atención de las fuerzas federales de seguridad al, por ejemplo, poner un coche bomba afuera de unas oficinas de la policía local el pasado 24 de abril.Los colgados de Nuevo Laredo y el hallazgo horas más tarde de 14 cuerpos destazados –cuyas cabezas fueron dejadas en neveras portátiles cerca de la presidencia municipal– son el expediente violento que cierra una semana en la que la constante fue la cuenta de muertos.Hace cinco años, a principios de 2007, un periódico puso en su portada un enorme número “23”; los editores querían con ello llamar la atención sobre el alto número de asesinatos que se habían registrado en un solo día. En el primer trimestre de este año la cifra de homicidios rondó los 55 al día, y lo que es más notable es que ese monto representa una “buena noticia”, pues al totalizar menos de 5 mil asesinatos en los tres primeros meses de 2012, este periodo se convierte en el arranque de año menos violento desde 2010.





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