OBERÁ. Por lo precario y cada vez más deteriorado estado de las instalaciones del Núcleo Educativo del Nivel Inicial (Neni) 2.005 que funcionaba en la Escuela 667, del barrio Mayor Carlos Krause de esta ciudad, desde principio del ciclo lectivo los niños reciben clases en el salón comunitario del complejo habitacional, un espacio inadecuado para tal fin.El Neni tiene en ambos turno una matrícula de 95 alumnos. A pesar del reiterado reclamo de los padres y docentes todavía no se iniciaron las obras necesarias de refacción. El edificio del Neni (abandonado desde febrero a la espera de su refacción) es una bomba de tiempo, el techo está deteriorado y existen numerosas filtraciones que afectan las instalaciones eléctricas.La directora del establecimiento, Graciela Nilsson, contó que “en nuestro edificio no se puede estar con los chicos dictando clases, por principio, al entrar a la sala hay un olor a humedad terrible. En las vacaciones las luces se encendían solas, vine en dos oportunidades con el Comando Radioeléctrico para apagar las luces porque los cables y la electricidad están todos comprometidos”, remarcó. También están los ventiladores colgados y sobre ellos el cielorraso desprendido.En el sector de los sanitarios las cañerías están todas rotas porque datan de más de treinta años. “No tenemos tanque de reserva para el agua, sino que viene directo de la red, entonces al cortar (el agua) y volver nuevamente se rompe en diferentes lugares, está todo añadido en los baños y salas”, relató Nilsson. “Actualmente no estamos acá con los chicos, estamos en el centro comunitario del barrio, que no es un lugar adecuado para dictar las clases, hicimos mucho sacrificio con madres y docentes para dividir las salas, en total son cuatro, y compartir con la comunidad ese espacio porque los lunes, miércoles y viernes hay una profesora que dicta aeróbic y en el espacio de la cancha un profesor enseña básquet”, contó la docente a PRIMERA EDICIÓN mientras mostraba las precarias instalaciones del Neni.En el lugar en el que están ahora “los baños son comunitarios, usamos los mismos baños que la comunidad cuando estamos en clases en turno mañana y tarde, tenemos que levantar todas las sillas, todas las mesas y las mamparas que las madres pagaron y hasta tapar un espejo que usan para aeróbic, son inconvenientes que nos genera el no estar en un espacio que nos corresponde”, afirmó. No obstante, agradeció al intendente que puso estas instalaciones a disposición del Neni, “gracias a eso, no perdimos días de clases”. Sólo promesasEl coordinador de Infraestructura Escolar del Ministerio de Educación prometió a la directora que la semana pasada un grupo de trabajo verificaría el estado del edificio, pero eso no ocurrió. “Empezamos a pedir la refacción en 2008. Cuando llueve no se puede entrar a la sala porque nos mojamos más adentro que afuera”, agregó.





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