BUENOS AIRES (NA). El presidente de Pastoral Social de la Conferencia Espiscopal Argentina (CEA), Jorge Lozano, exteriorizó ayer la preocupación de la institución por los “importantes niveles de corrupción” en Argentina, luego de ser recibido por Luis Barrionuevo, secretario general de la CGT Azul y Blanca.Lozano, arzobispo de Gualeguaychú, aclaró en ese sentido que no se trata de una preocupación nueva, sino que viene “desde hace décadas” y recordó que hay estudios que ubican a Argentina “entre el segundo y el tercer lugar” de los países de América Latina por sus prácticas corruptas.El titular de Pastoral Social de la CEA, el máximo órgano eclesiástico de Argentina, estuvo acompañado por el presbítero Adalberto Odstrcil, secretario ejecutivo de la Comisión, y Félix Testone, miembro de la Comisión de Justicia y Paz.Del otro lado, Barrionuevo formó parte de la mesa junto a Luis María Cejas, secretario general de la Federación Única de Viajantes de la Argentina (Fuva); Luis Carlos, de la obra social Andar, y representantes de los gremios de viajantes, maestranza, gastronómicos, comercio, plásticos, carnes, seguridad, guardavidas y Aleara.Sobre la situación social en el país, el obispo sostuvo que “muchos salieron de la pobreza”, pero alertó que “queda mucho por hacer porque no se repartió con equidad el ingreso”.“Casi la mitad de los que trabajan no tiene un empleo debidamente registrado que le permita acceder a la obra social y el aporte previsional, bajos ingresos, incluso trabajo esclavo, inmigrantes sin un trato con equidad, falta de vivienda y, por lo tanto, hay que seguir trabajando en el campo social y la Iglesia quiere ayudar al diálogo a favor de caminos de superación”, puntualizó.Lozano, que el miércoles había participado de un encuentro similar con Moyano, afirmó además que la Iglesia mantiene “distintos canales de diálogo con el Gobierno nacional y ese diálogo es bueno”.“Estamos preparando distintos trabajos de reflexión en la Iglesia, ahora sobre la cuestión del medio ambiente y en torno a la Semana Social, cuyo lema es ‘Trabajo, dignidad y justicia social’, teniendo en cuenta la doctrina tradicional en la vida de la Iglesia y en el movimiento”, aseguró sobre el encuentro que se llevará a cabo el 22, 23 y 24 de junio en Mar del Plata.En tanto, Barrionuevo dijo que le interesa “conversar sobre el trabajo en negro de los trabajadores que están sin cobertura ni seguro social”. “Hace varios años que venimos percibiendo que hay gremios que están planteando convenios por seis meses, el salario perdió el poder adquisitivo, estos son los temas que les interesan a los argentinos”, indicó. “Trabajar y ganarse el pan con el sudor de la frente, eso es lo que queremos los trabajadores, el movimiento obrero está trabajando por la unidad, más allá de los nombres”, concluyó Barrionuevo. “Es una pelea entre mafias”La diputada por la Coalición Cívica Elisa Carrió consideró que el llamado caso Ciccone es una “pelea política entre mafias” y consideró que tanto los dirigentes oficialistas como los opositores son parte de una “corporación”.“El de (la ex Ciccone) es un negocio que empieza Néstor Kirchner y después toma (Amado) Boudou”, sostuvo Carrió, al ser consultada sobre la investigación que ahora sigue el juez Daniel Rafecas.Para la legisladora, “el dinero lo puso (el titular del Banco Macro, Jorge) Brito, pero la sociedad con Boudou se rompió cuando (el secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno quiso subir el dólar”.“Nadie quiere investigar porque no quieren tocar a Brito, que sabe todo, cuáles fueron los negocios, es un hombre de la corporación, donde están (Ramón) Puerta y (Juan Carlos) Romero, todos están con todos”, señaló Carrió.En declaraciones al canal TN, la diputada calificó a Boudou de “corrupto y mafioso” y consideró que tanto los integrantes del Poder Judicial que participan en la investigación, como los acusados y la presidenta Cristina Kirchner, tienen pactos entre sí. Cuestionó además la designación de Daniel Reposo como nuevo procurador general de la Nación, al considerar que su nombramiento es una estrategia “para tapar y alinear a los fiscales para que haya impunidad”.
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