¿Cómo lo ve?

Señora Directora: Cada tanto se presenta una oportunidad del desencuentro de opiniones que en su mayoría son relativas y en este caso fue la lesión física que sufrió un joven jugador del equipo de Argentinos Juniors, al chocar su pierna con la del jugador Carlos Tévez del equipo de Boca Juniors.Observando una y otra vez el video de esa jugada desafortunada queda en claro que ambos jugadores van al encuentro del balón con mucha fuerza, pero no pueden evitar que haya contacto físico y ese fue el motivo de las fracturas lamentablemente. Ahora bien, que el DT de Argentinos Juniors salga diciendo a boca de jarro que Tévez cometió esa falta con intención maliciosa, creo que es apresurada y obviamente, quizás por tener su corazoncito del lado de su querido ex club San Lorenzo (que también pelea el Campeonato), eso le molestó muchísimo. Es muy difícil que un jugador pretenda dañar gravemente a otro jugador, así exista rivalidad o como en este caso la competencia por lograr una hazaña. De por sí sabemos que la violencia viene desde hace rato y propagada desde “arriba”, lo que contagia a los de “abajo” sin ninguna duda; incluso se puede observar en las escuelas, en el tránsito cotidiano, en el trabajo, en el día a día. No queda bien que la prensa busque un chivo expiatorio en una persona determinada, cuando en el siguiente partido entre Gimnasia y Tigre, un jugador de éste último equipo le puso una plancha al del equipo local, por lo que tuvo que abandonar la cancha. Entonces, ¿en qué quedamos? Claro, el foul anterior fue más grave y se trataba de Tévez y por ser de Boca Juniors, y como éste sigue puntero hay que sacrificarlo, hay que destruirlo, hay que condenarlo. Hay que decir que últimamente hay muchas jugadas al límite, con mucha entrega y fuerza; también que hay jugadores jóvenes que por su ímpetu, no miden los riesgos y se exponen a sufrir fuertes golpes o fracturas.De todos modos no es la primera ni será la última infracción con resultado negativo, pero los directivos deberían exigir a sus jugadores a evitar esas entradas o encontronazos violentos y que sean más creativos, pensando jugadas más inofensivas y sencillas. No importa cual es el club de sus amores, pues entonces. ¿Cómo lo ve usted?