Hola queridos amigos! Ayer me emocioné al recibir justamente un video de un turista argentino asombrado, que estando en una playa de República Dominicana el 11/5 día del himno, de pronto irrumpen por alta voz con nuestro Himno Nacional y todos pararon su actividad y con gran respeto escuchaban o algunos con los brazos elevados cantaban nuestra canción patria.
Esto me incentivó a continuar con mi traducción de su lenguaje simbólico, pues si a otros pueblos le produce igual emoción que a nosotros, quiere decir que hay algo en él que provoca este sentir, más allá de lo que el intelecto pueda explicar.
Espero que mi escrito del domingo pasado haya despertado en ustedes el interés por buscar su lectura completa, que es muy bello pero nuestro espacio de encuentro es muy corto por lo que solo transcribiré las partes que más atañen en su asimilación a la época actual. Los puntos suspensivos significan las estrofas o partes de ellas que faltan.
todo el país se conturba por gritos
de venganza de guerra y furor.
En los fieros tiranos la envidia
escupió su pestífera hiel.
Su estandarte sangriento levantan
provocando a la lid más cruel.
¿No los véis sobre Méjico y Quito
arrojarse con saña tenaz,
y cual lloran bañados en sangre
Potosí, Cochabamba y La Paz?
¿No los véis sobre el triste Caracas
luto y llanto y muerte esparcir?
¿No los véis devorando cuando fieras
todo pueblo que logran rendir?
A vosotros se atreve argentino
el orgullo del vil invasor
Mas los bravos que unidos juraron
su feliz libertad sostener,
a estos tigres sedientos de sangre
fuertes pechos sabrán oponer.
el clarín de la guerra cual trueno
en los campos del Sud resonó.
..de los pueblos de la ínclita Unión,
y con brazos robustos desgarran
al altivo león.
aquí el brazo argentino triunfó.
aquí el fiero opresor de la Patria
su cerviz orgullosa dobló.
La victoria al guerrero argentino
con sus alas brillantes cubrió,
y sobre alas de gloria alza el Pueblo
trono digno a su gran Majestad
Desde el polo hasta el otro resuena
de la fama el sonoro clarín.
y de América el nombre enseñado
les repite: ¡Mortales Oíd!
Y los libre del mundo responden:
¡Al gran Pueblo Argentino, salud!
Sean eternos los laureles
que supimos conseguir:
coronados de gloria vivamos…
Esta primera estrofa me remonta a la época de la guerrilla cuando todo nuestro país se conturbaba con gritos de venganza, de guerra y furor, fruto de inocular en el seno de la sociedad, pestíferos sentimientos como la envidia que al levantar sus estandartes manchados con la sangre de sus faenas urbanas, provocaban a la lid mas cruel, que es aquella que se efectúa entre hermanos.
Observen que la envidia no es un sentimiento que incumba esparcir a un guerrero que viene a tratar de recuperar sus colonias ni mucho menos que incite a la lid, mas sí es el que los guerrillero necesitaban introducir en una sociedad unida, para dividirla.
Esos guerrilleros hoy mezclados con narcotraficantes y gobiernos populistas se arrojan con terrible saña sobre pueblos de América enlutándolos al esparcir muerte, tristeza y llanto, devorándolos cual fieras a aquellos que logran rendir a sus desmedidas ambiciones de dinero y poder, y con envilecido orgullo este invasor se atrevió someter a la Argentina, mas eones de tiempo atrás, una raza de bravos valientes juraron su feliz libertad sostener cuando como espíritus libres ellos eran, y esos tigres sedientos de sangre de humanos temerosos al permanecer sometidos por ignorar su verdadero orígen, fuertes pechos (habitados por corazones puros de aquellos que reconocieron su divinidad) de esta valiente raza, supieron oponer.
El clarín cual trompeta de trueno resonó en los campos del Sud, mas esta raza que fue formándose a través de la historia conocida como pueblos de la ínclita Unión (fíjense que Unión va con mayúsculas, pues viene de nuestra unión con el Uno), con robustos brazos, significando un fuerte accionar, han desgarrado al altivo león haciendo su cerviz doblar, actitud ésta que el hombre naturalmente adopta ante la presencia de un Ser divino. (En Tailandia las personas se saludan poniendo las manos en oración a la altura del pecho e inclinando la cabeza en señal de reconocimiento de Dios dentro del otro).
El guerrero de brillante plata argenta perteneciente a La Luz, venció a los representantes del oscuro poder, alzando en alas de gloria al Majestuoso Pueblo a su digno trono.
Nuevamente de un polo al otro resuenan trompetas de gloria repitiendo:¡Mortales oíd, oh pueblos muertos en el espíritu, escuchen, nos hemos liberado de la opresión del miedo que por tanto tiempo mantuvimos por no saber que nuestro maravilloso poder deriva de comprender que somos hijos de Aquel que a Su imagen y semejanza nos Creó. Y ahí sí los pueblos libres del mundo responden: ¡Al gran pueblo Argentino salud! Sean eternos sus laureles que han sabido conseguir, al vencer a la oscura ignorancia, coronan su sien de laureles de eterna gloria y vivirán por siempre.
El profeta argentino Benjamin Solari Parravicini que vivió en el siglo pasado, cuyas psicografías tornaron famosas luego de la caída de las torres gemelas al haberlas graficado muchas décadas antes con la forma de un número 11 atravesadas por un humo, y predijo que la Argentina sería un faro de Luz. La Argentina como lugar geográfico no le da el aporte lumínico necesario para ser un faro, el gran portador de Luz es el pueblo argentino por su bondad y generosidad y que cada vez más son las personas que acceden a iluminarse con el conocimiento de Dios, al reconocer que es Él mismo Quien habita en ellos. Podemos decir también que el efecto de salirse de las cadenas de su ignorancia resultará en un faro orientador para los otros pueblos que aún están oprimidos por viles y oscuros intereses.
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