Fue entre sandinistas y opositores al gobierno de Ortega. Hay varios heridos en las localidades nicaragüenses de Catarina y Niquinohomo, en el departamento de Masaya, a unos 40 kilómetros de Managua.Los opositores denunciaron un ataque con morteros artesanales y represión por parte de agentes antimotines, que, según los manifestantes, utilizaron bombas lacrimógenas.
Los medios oficiales del Gobierno, por su parte, culparon a “grupos vandálicos” de tirar piedras y morteros contra las familias que se encontraban en jornadas de oración y vigilia en estos dos municipios y denunciaron el saqueo y la quema de la casa del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) de Catarina.
La Iglesia repudió estos actos y pidió que acabe la represión.
“A las autoridades del gobierno y a la policía, les ruego que salven la posibilidad del diálogo. ¡Detengan la represión violenta contra población pacífica!”, exclamó por Twitter el obispo de Niquinohomo.
También el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) exigió “el cese inmediato de la represión y violencia contra la población de Niquinohomo y Catarina”, citaron medios locales y las agencias de noticias EFE y DPA.
“El gobierno y la policía deben parar de inmediato la represión. Basta ya de seguir derramando la sangre de hermanos”, sentenció en Twitter el presidente del Cosep, José Adán Aguerri.
Finalmente, la Cámara de Comercio Americana en Nicaragua (Amcham) recordó el diálogo nacional para pedir el fin de la violencia.
“Demandamos un cese inmediato a la violencia y la represión en Niquinohomo y Catarina. Todos queremos un país justo y democrático. Creemos en el Diálogo Nacional pero sin violencia, ni represión”, expresó en sus redes sociales.
Nicaragua atraviesa una crisis, que hoy cumple 20 días, debido a multitudinarias manifestaciones que se iniciaron en contra de la reforma previsional impulsada por el Ejecutivo, finalmente anulada, y que luego se volvieron a favor y en contra del presidente Daniel Ortega.
Desde que comenzaron las manifestaciones los enfrentamientos violentos causaron al menos 45 muertos, la mayoría entre el 18 y el 22 de abril pasado, según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), mientras que otras organizaciones humanitarias elevaron a 63 la cifra de fallecidos.
El Gobierno insiste en que apenas hubo diez víctimas mortales.
Nicaragua está pendiente del comienzo del diálogo que protagonizarán el gobierno y el sector privado, con la Conferencia Episcopal (CEN) como mediadora, aunque todavía no se estableció una fecha para su celebración.
Fuente: Agencia de Noticias Télam
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