El deportista es uno de los dueños del predio donde construyen un complejo inmobiliario. Afirman que talaron árboles en 900 metros en territorio neuquino intangible, según la ley nacional de bosques.
Unos 30 miembros del lof Paicil Antriao ocupan pacíficamente desde el domingo el acceso a un predio de 87 hectáreas de bosques nativos en el cerro Belvedere, en la ladera de la costa del lago Correntoso, en Villa La Angostura.
La comunidad mapuche argumentó que la acción buscó resguardar “ambiental y territorialmente” la ladera de la costa del lago Correntoso, en Villa La Angostura, para impedir tareas de desmonte y disputar la propiedad de esas tierras en litigio.
Los mapuches denunciaron que el avance desarrollista “ataca la biodiversidad de alto valor de conservación”. Y agregaron que “ante semejante daño a la vista de todos hemos hecho la solicitud de manera formal el pedido de un informe a la Subsecretaria del Ministerio de Producción e industria de la provincia de Neuquén”.
El werken Florentino Nahuel, de la Confederación Mapuche Neuquina, y líder del “resguardo territorial”, acusó al basquetbolista Ginóbili de haber permitido la servidumbre de paso “que arrasó con una biodiversidad protegida” para posibilitar el acceso a una futura calle pública que conectará ambos loteos.
El sector ocupado es el acceso a un predio propiedad del astro de la NBA Emanuel Ginóbili, que se conecta con un desarrollo inmobiliario privado.
Se trata de tierras reclamadas desde hace años por la comunidad mapuche como territorio ancestral y está categorizado como área intangible por la ley nacional de bosques.
“Acá existe una doble violación: la de la Ley de Bosques, ya que se arrasó con cipreses, coihues, arrayanes y radales milenarios en un área que tiene un muy pronunciado declive y que corre riesgo de desmoronamiento, y la de nuestros derechos territoriales”, dijo a LA NACION el lonco de la comunidad, Lorenzo Loncón.
“Para nosotros esto es un daño cultural, espiritual y territorial inmenso. Por eso pedimos la presencia del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que todavía no ha terminado nuestro relevamiento territorial y la del ministerio de Ambiente para que haga valer la legislación y repare el daño. No pensamos dejar este lugar para que lo sigan depredando”, agregó Loncón.
Allí, a instancias de la municipalidad de Villa La Angostura, el Ministerio de Desarrollo Territorial neuquino autorizó la apertura de un camino de 2.800 metros, que ya derribó unos 150 arrayanes y coihues milenarios, según denunció la comunidad.
El objetivo del acceso es avanzar en los loteos de un desarrollo inmobiliario de lujo, cuya propiedad está a nombre del fideicomiso Lago Correntoso y para la cual la familia Ginóbili habría aceptado una servidumbre de paso.
Desde el domingo, cuando se concretó la ocupación indígena, la policía neuquina está apostada en el lugar para impedir que crezca la toma.
El grupo ambientalista Greenpeace respaldó el reclamo mapuche y envió sendas notas al gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, y al Ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman.
En ellas, abogó por el cumplimiento de la normativa forestal nacional en oposición “al desmonte ilegal en Villa La Angostura sobre la costa del Correntoso”, según los artículos 14 y 19 de la ley 26.331 y exhortó a que se ampare el derecho indígena, según el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional y de la Ley Nacional 26.160″, que impide todo desalojo hasta tanto no estén terminados los relevamientos territoriales por predios en pugna.
Si bien el litigio por esas tierras es de vieja data, la presencia de topadoras y el consecuente desmonte de bosques nativos a gran escala fue lo que cohesionó y movilizó a la comunidad indígena en Villa La Angostura que promete “mantener la ocupación por tiempo indeterminado” hasta que se asegure la protección de la biodiversidad.
Fuente: NA y Medios digitales
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