Cuando quiero hacer actividad física y vienen las excusas Es igual a buscar uno y mil pretextos para sabotear mi actividad física
Sin dudas, en la rutina cotidiana nos cuesta hacer el espacio necesario para poder practicar nuestra actividad física del día, al llegar el momento de ponernos las zapatillas somos especialistas en sabotear nuestra propia iniciativa, buscando razones para no hacerlo.
En este pequeño listado enumeramos las excusas más frecuentes que solemos escuchar y la manera mas simple para ¡solucionarlo!!
1 Después del trabajo estoy demasiado cansado. Si dejamos nuestra rutina para el final del día, posiblemente estamos agotados física y mentalmente con pocos deseos de hacer algo, solo llegar a casa. Por eso una buena manera de ganarle al cansancio es intentar levantarnos más temprano y aprovechar para hacer algo al menos 30 minutos, eso nos llenará de energías el resto del día y sin dudas nos ayudará a enfrentar la rutina con otro ánimo
2 Me aburro, escucho esta frase a diario y mi respuesta es ¿qué te gusta?? Hay muchas opciones, tipos de actividades, horarios del día, música, intensidad, afinidad con el profesor. Tomarte el tiempo para descubrir cuál es la actividad que te hace pasar el tiempo sin darte cuenta, requiere de autoconocimiento e investigación personal. Hay más opciones de las que te imaginas y sería imposible que te aburras con todo, solo hace falta descubrir y probar algo a tu medida.
3 No tengo tiempo: el tan deseado tiempo apremia cada día, corremos detrás de las cosas y nos olvidamos de lo básico, hacer cosas que nos hagan bien. Pensar en mis prioridades, nos dará la pauta que sentirnos en armonía con nuestro cuerpo es una de ellas. Durante el día, intentemos caminar más, dejar el auto mas lejos, subir alguna escalera. Los fines de semana hacer alguna actividad en familia, donde todos participen y disfruten del movimiento.
4 Soy perezoso: si sabemos de nuestras limitaciones debemos ponernos pequeñas metas, objetivos reales que podamos cumplir y que aprendamos a disfrutar. Es posible que si nuestras metas son muy elevadas al inicio, la frustración se apodere de nosotros. Así que paso a paso, se llega a destino
5 Nunca hice deporte, hay muchas personas que nunca hicieron ningún deporte ¡nunca! pero no importa siempre se esta a tiempo de comenzar, las limitaciones están en nuestras ideas, no en la edad, ni en nuestro propio cuerpo. Hay muchas actividades lúdicas que nos pueden llenar de energías como por ejemplo el baile, es solo cuestión de animarse.
6 Tengo miedo a lesionarme: el miedo nos limita y bloquea. Si vamos de a poco con ayuda de profesionales no debemos correr ningún tipo de riego. Trabajar de forma gradual, conociendo nuestras limitaciones nos ayuda a respetar nuestro cuerpo.
Para estar motivados tenemos que tener objetivos claros y reales, voluntad y deseo. Los miedos, los dejamos de lado y me focalizo a dónde quiero ¡llegar!!
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