La crisis generada en relación con el asesinato al exespía Skripal en Londres ha desatado una escalada verbal y diplomática entre ambas naciones. Preocupación en el mundo ante la utilización de armas químicas.La escala en el conflicto que tiene a Rusia y al Reino Unido como protagonistas, después del asesinato del exespía Serguei Skripal, parece, a simple vista, no tener límites.
Muchos medios y especialistas en política internacional se aventuran a sacar del viejo baúl de los recuerdos el término Guerra Fría. Sin embargo, la configuración del mundo actual ha cambiado por completo, sobre todo después del desmembramiento de la URRS (1991), la apertura de nuevos mercados y la salida al campo de nuevos jugadores como China, Corea del Sur o la India.
Ahora bien, lo que sí es materia de análisis es por qué el mundo se confabula para traer nuevamente al plano de las discusiones un término que para muchos parecía haber quedado en el pasado y que tras los sucesos de Salisbury vuelve a tomar relevancia.
En medio de los misterios y las dudas que circulan en torno al envenenamiento de exespía ruso, de funcionarios expulsados y de diplomáticos exaltados, repasamos algunos puntos para entender el reciente conflicto diplomático entre Occidente y el Kremlin; y que muchos ya se animan en llamar: la Nueva Guerra Fría.
Qué sucedió
Sergei Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron encontrados el pasado 4 de marzo sentados y sintiéndose mal en un parque de Salisbury, una localidad de más de 60.000 habitantes en el sur de Inglaterra. Skripal había sido un doble agente que suministraba información a Reino Unido sobre las identidades de sus colegas de inteligencia rusos que trabajaban en secreto en Europa.
Tras ser descubierto por las autoridades de su país, ingresó en la cárcel hasta que, cuatro años después, se convirtió en uno de los cuatro prisioneros liberados por Moscú a cambio de diez espías rusos arrestados por el FBI. Desde entonces, vivía como refugiado en Inglaterra, adonde Yulia había llegado de visita desde Rusia el día anterior a la agresión.
Aquel domingo, padre e hija, fueron a un bar y luego, a comer a un restaurante. Poco después de las cuatro de la tarde, los servicios de emergencia recibieron un aviso y, al acudir al parque cercano a dicho restaurante, encontraron a los Skripal en una condición extremadamente grave, según informó la policía.
Estaba una pareja sentada en el banco, un hombre mayor y una mujer más joven. Ella parecía estar inclinándose hacia él, se veía como si se hubiese desmayado, dijo Freya Church, una testigo.
Él estaba haciendo movimientos extraños con las manos y miraba hacia el cielo…. Uno de los agentes, el sargento de la policía Nick Bailey, también empezó a sentirse mal, así que fue trasladado al hospital junto al exespía y su hija.
Otras 34 personas fueron revisadas y dadas de alta por los médicos, que le están haciendo seguimiento de manera ambulatoria a otro individuo que, de momento, no presenta signos de exposición.
Tras varios días de incertidumbre, el gobierno británico anunció que había identificado lo que estaba causando daño a Bailey y los Skripal: Novichok, un grupo de agentes nerviosos desarrollados por la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Vil Mirzayanov, el químico ruso que ayudó a desarrollar esta arma química y que informó a Occidente de su existencia, aseguró a SkyNews que el Novichok fue diseñado para causar un daño irreparable en el cuerpo humano. Según el científico, incluso cantidades minúsculas de este agente pueden causar síntomas que no aparecerán hasta dentro de muchos años.
Las autoridades británicas le dijeron a unas 500 personas que estuvieron el día del ataque en el pub y en el restaurante que lavaran sus pertenencias, ya que se encontraron rastros de Novichok en ambos locales, que permanecen cerrados al público.
Antecedentes
Esta no es la primera vez que un antiguo espía ruso es atacado con armas químicas en territorio británico. En 2006, Alexander Litvinenko, un exagente de inteligencia ruso falleció en Londres después de haber ingerido una sustancia radiactiva.
Litvinenko había acudido el 1 de noviembre de ese año al bar del hotel Millennium en la capital inglesa para reunirse con un par de antiguos colegas. Allí se tomó una taza de té que contenía polonio 210, una sustancia que se produce de forma natural en la corteza terrestre, aunque en concentraciones muy bajas. Y comenzó a sentirse mal a las pocas horas. Tras una dolorosa agonía que duró 22 días, falleció en el hospital el 23 de noviembre.
Una década después, las autoridades concluyeron que, con mucha probabilidad, quienes perpetraron el crimen contaban con el visto bueno del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Los de Skripal y Litvinenko son los únicos casos en los que la policía británica ha encontrado indicios de implicación rusa.
Pero hay otras 14 muertes de ciudadanos rusos que levantan sospechas y que la legisladora Yvette Cooper, presidenta del comité selecto de Asuntos Interiores del parlamento británico, pidió la semana pasada a la secretaria del Interior, Amber Rudd, que investigara.
A estas se sumaría ahora la de Glushkov. El Kremlin niega ser responsable de todos estos decesos.
La reacción de Reino Unido
Ante las evidencias, el Gobierno británico anunció el miércoles último que 23 diplomáticos rusos a los que considera agentes de inteligencia no declarados tienen una semana para abandonar el país. Esta es la expulsión más numerosa decretada por Reino Unido en más de 30 años.
Además, los británicos incrementarán los controles en los vuelos privados, las aduanas y las cargas procedentes de Rusia. Serán congelados aquellos activos rusos que se hayan visto involucrados en acciones de amenaza a la vida o propiedades de ciudadanos o residentes británicos.
Ningún ministro ni miembro de la familia real asistirá al Munidal de Fútbol de la FIFA que se celebrará este año en Rusia y todas las reuniones bilaterales entre ambas naciones han quedado suspendidas.
Por último, el Ejecutivo británico evalúa la posibilidad de crear nuevas leyes para aumentar la defensa contra actividades hostiles de Estado.
El ministro de exteriores británico, Boris Johnson, dijo a la BBC que una muestra del agente nervioso será enviada a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas para que la analice. May incluso planteó la posibilidad de elevar el asunto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
La fuerte respuesta de la diplomacia británica arrastra a Europa
La diplomacia británica invirtió todos sus recursos en las últimas horas para convencer a sus aliados europeos de que respalden al Reino Unido en su cruzada contra el Kremlin. El secretario de Exterior británico, Boris Johnson, dijo que es sumamente probable que el presidente ruso Vladimir Putin haya ordenado el ataque con un agente neurotóxico del exespía Skripal. La Unión Europea expresó su preocupación y su apoyo al Reino Unido.
En medio del incremento de tensión entre ambos gobiernos, la primera ministra británica conversó con socios internacionales como la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron. Todos ellos expresaron su respaldo a May.
Relación ambigua
Estados Unidos mostró el miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU su apoyo a las acusaciones vertidas por el Reino Unido contra Rusia, ya que sin lugar a dudas esta es la posibilidad de Donald Trump para mostrarse fuerte ante el líder ruso Vladimir Putin, sobre todo después del escándalo del Rusiagate (la intervención del gobierno de Rusia en detrimento de la candidata Hillary Clinton durante las elecciones que dieron por ganador a Donald Trump).
El presidente de Estados Unidos siempre ha negado cualquier nexo con Rusia, especialmente desde que estas supuestas conexiones saltaran a los medios de comunicación en noviembre de 2016. Pero lo cierto es que ha estado vinculado a Rusia de una u otra manera desde 1977. En esa fecha tan temprana (cuando el actual presidente de EEUU era un treintañero) los servicios secretos rusos (la KGB entonces, actual FSB) le habrían abierto un expediente.
La relación entre Trump y Rusia siempre navegó en aguas relativamente tranquilas. Incluso desde muchos sectores de la política estadounidense le pidieron una postura más enérgica contra Putin y su país. Sin embargo el año pasado, durante el Foro de Cooperación Asia-Pacífico desarrollado en Vietnam, Trump sorprendió a todos diciendo que tener una buena relación con Rusia ayudará a resolver con Corea del Norte, Siria, Ucrania y el terrorismo.
Rusia, un poder regional
Rusia hoy es un poder regional que tiene una presencia o un atributo global que está dado por su arsenal nuclear o por el arsenal nuclear que dice poseer. Rusia no es lo que fue en su momento la URSS, ni tampoco está en condiciones de disputarle áreas de influencia mundiales a los Estados Unidos.
Esta situación le pone límites a las tensiones, porque es muy poco probable que la situación escale a niveles globales. Donde sí se van a notar las consecuencias en el mundo real va a ser en lugares como Siria, donde Rusia y EEUU deberían estar entendiéndose mejor, sobre todo en cuestiones de coordinación humanitaria y en la ayuda de los civiles.
Debilitamiento de la figura de May
No es el primer caso ni será el último en que la generación de un conflicto internacional sea la mejor salida para fortalecer la imagen interna de un líder político. Muchos analista políticos y líderes mundiales creen que Rusia está poniendo a prueba al Reino Unido porque ve al país y a su primera ministra débiles ante su próxima salida de la Unión Europea (UE).
Asimismo, una parte importante de la comunidad internacional está convencida de que Theresa May es una primera ministra muy débil y que no lo viene haciendo bien desde las elecciones generales del año pasado. Por su parte, Rusia se pregunta por qué Reino Unido no ha ofrecido datos concretos sobre el agente tóxico usado contra Skripal y su hija.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova, calificó las medidas y declaraciones británicas de espectáculo político-informativo y atribuyó las acusaciones contra Rusia a una colosal campaña para solucionar los problemas internos de Londres.
La situación de Crimea
Hoy se cumplirán cuatro años desde que Vladimir Putin firmó un acuerdo interestatal sobre la entrada de Crimea y de la ciudad de Sebastopol en la Federación de Rusia en calidad de sujetos federales.
Para asegurar el desarrollo estable de Crimea, Rusia se encargó durante estos cuatro años de reforzar rápidamente la defensa en la región. Este no es un dato menor si se tiene en cuenta que Sebastopol, la ciudad más importante de Crimea, es donde Rusia tiene la base de su flota, uno de los puertos claves del Mar Negro.
Según el último acuerdo firmado con el gobierno ucraniano, Rusia mantendría ese puerto hasta, al menos, 2042.Por razones geoestratégicas, Rusia no estaba dispuesta a perder la base de Sebastopol. La ubicación de Crimea en la península del Mar Negro, es vital para el comercio porque es una ruta de intercambios comerciales entre Oriente y Occidente.
Fuente: bbc.com
Qué es y cómo actúa el Novichok
El nombre Novichok significa recién llegado en ruso y se aplica un grupo de agentes nerviosos avanzados desarrollados por la Unión Soviética en las décadas de 1970 y 1980. Se los conoció en su día como armas químicas de cuarta generación y fueron fruto del programa militar Foliant. Estos agentes nerviosos fueron diseñados pare eludir la detección de las inspecciones internacionales. Uno de los agentes incluidos en el grupo conocido como Novichok, el Novichok A-230, es descrito como entre cinco y ocho veces más potente que el agente nervioso VX. Es más peligroso y sofisticado que el Sarín o el VX y es más difícil de identificar, asegura el profesor Gary Stephens, experto en farmacología en la Universidad de Reading, en Reino Unido.
Aunque algunas variantes son líquidas, se cree que existen otras en estado sólido. También pueden esparcirse como un polvo extrafino. Algunos de estos agentes son considerados armas binarias, pueden almacenarse dividido en dos ingredientes químicos menos tóxicos. Es cuando estos se mezclan y reaccionan cuando producen el agente tóxico activo.
Si una persona inhala agente Novichok o este toca su piel, los efectos se harán sentir muy rápidamente. Los síntomas pueden aparecer entre 30 segundos y dos minutos después. Se cree que los agentes Novichok tienen efectos similares a los de otros agentes nerviosos. Esto significa que actúan bloqueando las señales de los nervios a los músculos, provocando el colapso de las principales funciones del organismo.
Entre los síntomas se cuentan los ojos en blanco, ya que las pupilas se comprimen, convulsiones, babeo y, en el peor de los casos, fallos respiratorios, entrada en coma y la muerte. La acción letal de estos agentes se inicia con una ralentización del ritmo cardíaco y la obstrucción de las vías respiratorias, lo que conduce a la muerte por asfixia. Algunas variantes de los Novichok fueron específicamente diseñadas para resistir los antídotos existentes para los agentes nerviosos.
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