Gustavo DAngelo, un apasionado de la herpetocultura, aseguró que van camino a convertirse en las número uno.Muchas veces por desconocimiento, otras por burocracia de los propios estamentos que deben intervenir en el tema, la reproducción de reptiles en cautiverio genera conflictos o situaciones poco gratas para los emprendedores. La forma correcta establece una previa denuncia de la tenencia ante el Ministerio de Ecología, en el caso de Misiones.
Desde hace quince años, Gustavo Gabriel DAngelo se dedica a la herpetocultura, que es el estudio y control de reptiles en cautiverio con fines reproductivos. Todos los animales que cría en una propiedad situada en el microcentro posadeño se utilizan como mascotas en sus respectivos terrarios y en compañía humana.
A su entender, los animales exóticos deberían estar contemplados dentro de un margen legal porque se entiende que ingresaron al país a través de un trámite aduanero. No se estipula al contrabando como una posibilidad. Si uno observa en las pitones, las boas, las culebras o diferentes reptiles con mutaciones, albinismo, con genes que son exclusivos del cautiverio y que no le permitirían hacer una vida normal en estado salvaje, se entiende que son criados por el hombre. Hay animales que el Estado tiene registrados y eleva documentos sobre ellos.
Aseguró que a diferencia de otros interesados, desde el comienzo de la iniciativa se acercó al Ministerio de Ecología y denunció el desarrollo de la actividad.
Con quince años de trayectoria pude hacerme de una experiencia, de un balance de los animales que fui criando hasta que obtuve un permiso legal como criador. Esa es la diferencia con los que recién comienzan y tal vez no consiguen animales de criadero como es mi caso, y sí por crianza común, esporádica, que suele pasar, con una persona que haya comprado como mascota. Entonces las personas que consiguieron los animales que son criados como mascotas no logran ese primer documento de origen que te posibilita poder arrancar el trámite legal para criadero, explicó el herpetocultor.
DAngelo aseveró que los animales no son peligrosos y no causan problemas aunque existan fugas. Quienes adquieran mascotas deben acercarse a la Dirección de Fauna del Ministerio de Ecología y denunciar la tenencia. Es para que el organismo se mantenga al tanto de la dirección en la que existe el animal ante una denuncia, comentó.
Advirtió que la exigencia de las cuestiones legales hizo que grandes criaderos, empresas o particulares, se encuentren en pausa. En Misiones, con lo que hago y con la calidad de animales que estoy criando, mantengo todo en regla. Creo que soy el único que hace la documentación de los animales para que viajen de manera legal, insistió.
Dentro de su colección cría animales fáciles de tener en casa. Tiene serpientes del maizal, serpientes rey (ambas culebras, inofensivas, de talla mediana, fáciles de cuidar). Cuando una persona comienza a introducirse en el tema, aconseja una culebra o una pitón, que como mascotas están ocupando el primer lugar en el rating. Puede ser una pitón bola que este año logramos reproducir. También están las boa constrictor, animales de terrario, que son de nuestra fauna y haberla criado en cautiverio genera un compromiso con lo que es el banco de genes, manifestó.
En Misiones existe una biodiversidad muy amplia y dentro de cada especie en particular, los ejemplares son pocos. Indicó que la Spilotes pullatus sp (ñacaniná de árbol) es la culebra más grande que tiene la provincia. Es inofensiva, de talla grande, bastante activa, que suele merodear los galpones de las chacras en horario diurno, y por eso surge el contacto con la gente. Lastimosamente muchos la matan y en los centros de recolección de reptiles que hubo en Misiones -nunca hubo un criadero- siempre se murieron. Cuesta mucho encontrarlas y estaría bueno conseguir más ejemplares y hacer un cuidado en cautiverio para conservar la especie, lamentó, mientras permitía que la protagonista se enrollara en sus brazos.
Confió que a diferencia del yaguareté, del anta y otros populares y emblemáticos de nuestra fauna misionera, los reptiles se adaptan bien al cautiverio y pueden vivir en terrario. No dependen de un gran espacio ni de grandes cargas de tiempo. Está comprobado que con un mínimo de cuidado y comprendiendo su naturaleza, se adaptan bien y pueden reproducirse. La situación de los reptiles autóctonos en su aspecto reproductivo es nula. Nunca el Estado hizo hincapié en su cuidado. Fui el primero y sigo siendo el único que mantiene ciertas poblaciones de reptiles que se crían anualmente, celebró.
Desde muy chico
A DAngelo la naturaleza siempre le llamó la atención. A los diez años conoció el ya desaparecido serpentario del Instituto Montoya, por calle San Luis. Esa visita lo introdujo al mundo de las serpientes. La primera información que obtuve fue sobre la clasificación de las venenosas y no venenosas, y con el paso de los años fui investigando sobre el tema de la reproducción debido a que acá no existía y nunca nadie lo había hecho, recordó.
Para el niño de entonces era como un sueño. Fue creciendo y buscando información e imágenes en Internet de criadores de reptiles del exterior. Eso se contradecía con los preceptos de los serpentarios que visitaba. Acá se decía que las condiciones que requiere el animal no se pueden cumplir en estado de cautiverio porque el microclima del ambiente natural es muy complejo. Al ver que en otros lugares lo hacían, utilizando plástico y criando en terrarios chicos y en habitación, fue como el despertar, agregó.
Gracias a las redes sociales fue consiguiendo información, bibliografía, y por primera vez, a los 17 años, pudo reproducir tres especies. La primera serpiente que crió fue la del maizal y nacieron tres variedades genéticas juntas. Fue increíble. La emoción que sentí fue tremenda, graficó. Después incorporó gecko leopardos, dragones barbudos, y con el paso del tiempo, más especies. Ya son 12 las que logró reproducir. Mediante un registro estableció que hay mucha similitud en la incubación, en la forma del apareamiento, en las estimulaciones para que las hembras se encuentren aptas. Es increíble como está todo relacionado, relató.
A medida que pasa el tiempo, aprende particularidades de los animales. Por ejemplo, la forma en que se mueven, cómo orientan la cabeza, cuando están por morder, se sienten inquietas o inseguras. Envían mensajes, su lenguaje corporal si bien es mínimo, existe. Por más que no sean animales sociables siempre están dando información. Uno se hace de ciertas ideas a través de la experiencia. La herpetocultura es algo que me apasiona y le entrego buena parte de mis días, dijo el orfebre que dedica a esa profesión solo el 30% de su tiempo. Prueba de ello es que desde hace quince años no se toma vacaciones.
Hago registros de incubación durante todas las temporadas y eso es algo que arranca en octubre y termina en marzo. Siempre depende de cuando se hayan apareado y qué especie sea, eclosionan para enero, febrero y hasta en marzo pueden llegar a parir. Después viene el cuidado de las crías, un trabajo que se concentra y se magnifica en la época que todas las personas salen de vacaciones. Que se reproduzcan quiere decir que uno está haciendo un trabajo bueno y le da el cuidado que necesitan. Eso llena la expectativa y esa energía interna que hace que uno pueda mantener los animales, que tenga el compromiso de la alimentación, del cuidado, la reproducción, que es lo más llamativo y lo que más me mueve, sostuvo, emocionado.
Admitió que existen algunos episodios como la fuga de los animales. Es que son de terrario y a veces en el trajín del día uno se desconcentra, deja algo abierto y se puedan escapar. Me pasó que una pitón de mi criadero se escapó y apareció en un vehículo. Lastimosamente terminó en manos equivocadas y a partir de ese momento no lo pudimos salvar. Nunca representó un peligro para nadie, no mordió a ninguna persona, y si lo hubiera hecho no tiene veneno. Esta clase de animales no representa peligro. Inclusive para las mascotas. Por el tamaño que tiene me dicen que puede comerse el perro o el gato y eso es algo incorrecto. Solamente están acostumbrados a comer animales de granja como conejos y pollos, describió el joven, que cuenta con 160 animales a su cargo. Los interesados en conocer la actividad pueden contactarse con ReptilShow Poiquilotermo a través de las redes sociales, donde podrán encontrar los teléfonos e información sobre los animales.
Lo más recomendado
Para DAngelo, las mascotas como la ornamentación serán necesarias. Si bien lo necesario en la vida del hombre es la alimentación y el lugar donde vivir, lo segundo necesario es la compañía. Un perro siempre será tal y nunca suplirá lo que un perro da, existen ocasiones que el lugar físico en el que las personas viven no corresponde o no adecua para poder tener un perro o un gato. Un espacio más limitado genera una buena opción para una clase de animales que no demandan demasiado tiempo y espacio, sus costos no son altos, y lo mas importante es que no son peligrosos como las personas creen. Tampoco tienen enfermedades que sean compatibles con el humano, dijo.
Mascotas de viaje
Al ser de criadero, cada vez que sea trasladado por una ruta nacional, se eleva una nota al Ministerio de Ecología solicitando un permiso o autorización por un determinado número de horas, de acuerdo al tiempo que demande al animal llegar a destino. Se permite un tránsito legal para el transporte de los animales. Eso hace que si vislumbran a la mascota durante un control se sepa que se encuentra en condiciones. Una vez llegado a destino, queda asentado que residirá en determinada dirección, que previamente fue notificada, clarificó DAngelo, que ya envió ejemplares a casi todo el país: Córdoba, San Juan, Tucumán, Mendoza. Hay que controlar que no haya paros ni feriados para que el animal esté en viaje durante el menor tiempo posible, remarcó.
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